Rocío Valverde

Recomendaciones para la cena navideña

Recomendaciones para la cena navideña
Rocío Valverde
05 de diciembre del 2016

Pautas esenciales para sobrevivir a las fiestas sin perder amigos

Llegó la navidad y con ella las obligatorias cenas de fin de año de la oficina, la de amigos y la de la familia. El año que nos deja ha estado plagado de elecciones, referéndums, promulgaciones de leyes controversiales y es muy probable que la combinación del alcohol, la charla, la fiesta y la liberación del estrés acumulado saque nuestro lado más irreverente. Es por este motivo que he decidido redactar las pautas esenciales para sobrevivir a la cena de navidad sin perder amigos, o al menos no perder los necesarios.

En primerísimo lugar, si bebes no manejes. El sofá es más cómodo que cualquier cama de hospital o comisaría. Si esto no te frena piensa en la factura de tu seguro y el pesado cargo de conciencia que puedes cargar de por vida. Esto no es Grand Theft Auto. Dale tus llaves al anfitrión de la cena o dile a tu amigo evangelista o al adicto al gimnasio que vive a base de jugos detox que te lleve.

Es importante no olvidar que estas personas con las que estás compartiendo la ensalada de manzana y nueces son tus colegas, familiares y amigos. Los volverás a ver irremediablemente. Recuerda que te sentarás junto a tu tío el antiaprista que va a canalizar a Olivera durante toda la noche, a tu tía la que votó por Keiko aunque no se lo ha dicho a nadie, a tu otra tía —la que va a misa todos los días y te envía cadenas de oraciones por Whatsapp—, al compañero de trabajo que solo quiere a hablar de fútbol, al colega que siguió las elecciones estadounidenses y aún está amargado porque Hillary fue la nominada y no Bernie #FeeltheBern.

El amigo gracioso pero que te quiere te ocultará el paquete de tabaco. Estará presente para seguir diciéndote que cada cigarrillo te quita siete minutos de vida. Tampoco faltará tu hermana, que mirará con asco el festín carnívoro de la mesa mientras devora tostadas y analiza las etiquetas de todo para ver si está libre de aceite de palma. Tu hermana te intentará recordar que en estas fiestas muchos animales son sacrificados como en un campo de exterminio y que el corderito que te estás zampando alguna vez utilizó sus patas, una de las cuales está en tu plato, para correr por la hierba en busca de su madre. Tu hermana, entenderá que le digas que deje de cargosear, pero tienes que saber que le enseñará a tu hijo, cuando crezca, que existe una alternativa. Cuando esto ocurra haz conversación con el comunista de la cena y pregúntale cuál es su obra favorita de Mariátegui. Tu hermana se quedará dormida junto con el resto de comensales. Nunca falla.

Los temas a evitar son evidentes. No hables de la loca de la hija de tu abuela, que es la única que no está en la cena, no hables de dietas o de quien ha engordado o adelgazado. Ayuda al primo, prima o amigo a los que le siguen preguntando “¿y tú para cuando te casas?", o en su defecto "¿cuándo me vas a dar un sobrinito?".

Es imposible no hablar de política, así que resígnate. Todo empezará con alguien diciendo que todo estaría mejor si hubieran votado por X sujeto. Mantén la calma, pasa el puré de manzana rápidamente, ponte de pie e intenta llamar la atención de cualquier manera. Declara tu amor por el pan, corrige y explica lo que en verdad significa ser pansexual —ahora que todos te miran y el rosario de tu tía asoma— y cuenta el archiconocido pero risueño chiste: "Ehem... un tipo se acerca caminando a Palacio de Gobierno y le dice al guardia que lo atiende"
- Señor, quiero ver al presidente Humala.
- No, señor, Humala ya no es el presidente.
Al día siguiente, vuelve el mismo tipo:
- Buen día, jefe. Quiero ver al presidente Humala.
- No, señor —dice el guardia—. Humala ya no es el presidente.
Así se repite la situación por más de siete días. Cuando vuelve el mismo hombre y le pregunta al mismo guardia:
- ¿Cuándo sale Humala?
El tipo, completamente embravecido le contesta:
- ¿Pero Ud. es imbécil? ¡Estoy cansado de decirle que Humala ya no es presidente! ¡Ya fue! ¿Entiende?
- Sí, claro que lo entiendo... pero nunca me voy a cansar de escucharlo.

A quien se moleste táchalo de tu lista de amigos del 2017. ¡Felices Fiestas!

 

Rocío Valverde

 
Rocío Valverde
05 de diciembre del 2016

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