Dante Bobadilla

¿Quiénes nos han gobernado?

La derecha no ha tenido el control del país en este siglo

¿Quiénes nos han gobernado?
Dante Bobadilla
12 de octubre del 2017

Es curioso ver la campaña de izquierda cargándole la responsabilidad de los últimos gobiernos a la derecha; mientras que ellos, por supuesto, como es ya su costumbre histórica, se lavan las manos. Es muy conocida la frase “no era verdadero socialismo” que utilizan los académicos del progresismo para justificar todos los desastres que causan los gobiernos de izquierda. Algo por el estilo ocurre ahora.

Es difícil hablar de pureza ideológica en el Perú, donde la política es un predio invadido por improvisados sin bandera y los partidos carecen de principios. Los candidatos en campaña suelen aparentar ser de izquierda porque la demagogia populista asegura votos, pero una vez en el poder tienen que sujetarse al marco constitucional y a la realidad económica hasta donde pueden.

Los tres gobiernos anteriores han desarrollado proyectos efectistas y bastante demagógicos, que no representan a la derecha. Hemos visto crecer al Estado en cada gestión, con nuevos ministerios y organismos públicos de todo tipo y nivel. No se puede decir que el crecimiento del Estado, el aumento del control estatal, la repartija de dinero público y el mantenimiento de empresas públicas ineficientes son pautas de derecha. Más aún, mantener el mercado laboral en la rigidez bárbara que relega al 75% de la masa laboral a la informalidad. Nada de eso es doctrina de derecha.

La izquierda tiende a señalar a la derecha como dueña del “modelo económico” que se aplica desde los noventas, la que ha reducido la pobreza y aumentado el PBI. Si bien gran parte de las reformas fujimoristas tuvieron una inspiración liberal, incluyendo la restricción constitucional de la participación del Estado en la economía, no hemos visto ampliar estas reformas, sino más bien frenarlas, aumentado los controles del Estado y buscando incluso incrementar la participación del Estado en el mercado. Eso no es de derechas. No se ha visto ni la menor intención de transferir servicios públicos al sector privado, sino la de combatir estas ideas y utilizar la privatización como el cuco de campaña.

El panorama estatista y restrictivo que ha predominado en los últimos tres gobiernos nada tienen que ver con un modelo “neoliberal”. No se puede sostener esto sin caer en el ridículo y la demagogia. Ahora mismo este gobierno anda sin norte definido en el aspecto de las reformas liberales que se precisan para darle dinamismo a una economía paralizada. Ha heredado un Estado repleto de onerosas cargas económicas, en un escenario en que la economía se va en picada, aliviada apenas por una leve alza de precios internacionales de ciertas materias primas. No es culpa de la derecha que sigamos siendo un país básicamente primario-exportador. Mientras no existan las reformas fiscales y laborales que permitan mayores inversiones en diferentes sectores, el país no será competitivo. Así de simple. Y eso no es culpa de la derecha.

Por eso no entiendo a esos analistas del progresismo que insisten en que existe un “modelo neoliberal” que la derecha defiende. Me parece que se han creído su propia demagogia. Estos analistas de izquierda se leen a sí mismos y repiten sus discursos sin ver la realidad de su rededor. Es difícil tomar en serio a los analistas de izquierda porque suelen despreciar la realidad y preferir sus doctrinas y consignas, citarse entre ellos, reforzar sus dogmas. Alguien les contó el cuento del “modelo neoliberal” y todos lo repiten como si fuera la gran verdad del catecismo progresista.

Han sido insignes asesores caviares, que reinan en los ministerios desde los tiempos de Paniagua y Toledo, quienes han promovido las leyes que incrementaron el tamaño del Estado y sus capacidades de control, los que creyeron que la descentralización era solo repartija de dinero y burocracia a las regiones, y los que le dieron al Estado la función primaria de beneficencia pública y asistencia social; en desmedro de la seguridad ciudadana, la justicia rápida y eficiente y de la simplificación administrativa.

De ninguna manera puede afirmarse que la derecha ha tenido el control del país en lo que va de este siglo. El gigantismo estatal con su rol derrochador de fondos públicos en megaobras sospechosas no son esquemas de derecha. Basta de mentir. Es el esquema que hemos visto en el socialismo del siglo XXI y en el lulismo brasilero.

Dante Bobadilla

Dante Bobadilla
12 de octubre del 2017

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