¿Qué sucede con algunos periodistas?

Inventan las más inverosímiles teorías conspirativas

Las columnas de Rosa María Palacios y de Augusto Álvarez Rodrich, en un diario local del último domingo, son para el deleite. Es increíble cómo dos periodistas “independientes” puede elucubrar teorías conspirativas, entre ellas que el fujimorismo tiene una estrategia insistente en vacar al presidente PPK o que el cuadro naranja y el aprismo (o sea, Keiko y Alan) se han empeñado en borrarse de las investigaciones de las empresas brasileñas ¡organizando campañas contra la prensa! (inserte risas). Tanta es la cantata que otros periodistas de influencia en el mundo emergente y popular —como El Búho, del diario El Trome— sostiene que la “bancada fujimorista parece gozar poniendo la chaveta en el cuello a este Gobierno”. ¿Por qué habría que ponerle la chaveta a un gobierno que se la coloca sola? ¿O acaso el fujimorismo, el Apra o Acción Popular insistieron al gobierno en sacar Chinchero a pesar de las irregularidades?

¿Sabrán Rosa María Palacios y Augusto Álvarez Rodrich que con sus columnas le echan más fuego a una estrategia que está llevando al gobierno pepekausa al abismo? Si es así, ¿por qué lo hacen? Incluso Palacios se atreve a decir que PPK debe volver a una narrativa entre limpieza versus corrupción. Parece inverosímil que Palacios le pida aquello al presidente PPK, a sabiendas que este está investigado por ser el ministro de Economía en el gobierno de Toledo en los meses en que se negoció y se firmó el contrato para la construcción de la Interoceánica Sur. Ya el mismo Toledo ha declarado que PPK era quien manejaba el tema Odebrecht, y creemos que —como ministro de Economía— algo debía saber de las corruptelas hoy destapadas, ¿o no?. A ello añada, estimado lector, la amenaza de Eliane Karp a PPK, al más puro estilo de mafia siciliana. Entonces, ¿por qué Palacios olvida que a PPK se le acusó de ser un lobbista desde siempre, y que alguna responsabilidad en la Interoceanica debe tener?

Pero allí no queda la cosa. Miren la última encuesta de GFK (la misma a la que los diarios progobierno han soslayado completita) El respaldo a Keiko Fujimori sube por encima de todos los políticos. Si la estrategia del choque le da aprobación a Keiko, ¿entonces por qué no bajarse al gobierno pepekausa de una vez?

Ahora bien, el fujimorismo, con Keiko a la cabeza, debe también tener mayor altura en estos momentos críticos. En medio de la conmoción de Chinchero, de la lenta recuperación en Piura y de un desempeño económico crítico, el diálogo entre las dos fuerzas políticas por el bien del país debe darse. Keiko debe tener mira republicana y acercarse al gobierno pepekausa a pesar de los desplantes del mismo PPK. Eso de no mencionarla —a la lideresa de la oposición— en el homenaje a los comandos de Chavín de Huántar, o jugar con la excarcelación de Alberto Fujimori es simplemente absurdo. Pero Keiko debe poner la otra mejilla, por el bien del país.

No obstante, con el cambio de ministros ya se empiezan a notar ciertas diferencias. Afortunadamente el ahora ministro de Producción, Pedro Olaechea, intenta poner paños fríos a las desafortunadas declaraciones anteriores del PCM Fernando Zavala y de Juan Sheput sobre el fujimorismo. Olaechea ha dado clases de cintura y maña política, esa que le falta a Zavala, y todo indica el pepekausismo ha encontrado a un buen operador político.

Iván Arenas