Juan Carlos Valdivia

Que hablen los candidatos

Que hablen los candidatos
Juan Carlos Valdivia
18 de mayo del 2015

¿Quién se atreve a anunciar que, si gana el 2016, ejecutará Conga y Tía María?

El presidente Humala no ha querido pasar como el responsable de haber detenido la inversión minera en el Perú. No ha querido darle tampoco ninguna bandera que los antimineros puedan exhibir diciendo que se la arrebataron al gobierno. Ello explica porqué se decidió no declarar Estado de Emergencia en la provincia de Islay. Y es la misma razón por la que la palabra “suspensión” ha sido retirada del vocabulario gubernamental. La misma empresa Southern usó hasta tres sinónimos en su comunicado para anunciar esta decisión: hacer una pausa, un intervalo, un paréntesis.

El plan parece ser tratar de sacar adelante el proyecto. No quiere que se repita la situación de Conga, más aún en un momento en que las cifras económicas requieren de un impulso. De un gobierno que genere confianza. El presidente ha reconocido en su discurso del viernes la importancia de la minería, la que permitirá –ha dicho- modernizar el agro, reformar la educación y hacer los programas de inclusión social. Y la empresa ha señalado un plazo relativamente corto, de sesenta días, para tratar de recuperar la confianza de la población.

No se trata de mandar el proyecto a las calendas griegas, ni aparecer claudicando ante las hordas, aunque en la práctica pareciera que así fuera. Lo que el gobierno intenta, al parecer, es dar un paso atrás, para luego intentar dar un salto hacia adelante.

Hace dos semanas el gobierno tenía dos objetivos: recuperar la autoridad en Islay y evitar la inviabilidad del proyecto Tía María. Es evidente que el primer objetivo no ha sido logrado, y que el segundo está por verse. Ante el anuncio del Presidente, los radicales han aprovechado para expandir la protesta a todo el sur. El objetivo político es evitar que se concreten las inversiones anunciadas para la región: otros proyecto mineros, el gasoducto, la petroquímica, el nodo energético, la irrigación Majes-Siguas 2.

En un momento de debilidad de la economía, y amparados en sus tesis contra el llamado extractivismo, Marco Arana y sus huestes están golpeando ahí donde mayor daño hacen: impidiendo inversiones, planteando su utopía ambiental que sugiere una vuelta al campo, a la agricultura, organizando una comunidad internacional donde el respeto por la identidad campesina prime ante cualquier intento modernizador. Las comunidades deben respetar sus tradiciones y alejarse de las pretensiones de enajenarlas con la llegada del dinero de la minería.

Y mientras tanto, nuestros políticos, haciendo sus sumas y restas electorales, en lugar de salir al frente de estos iluminados del ambientalismo, optan por lo políticamente correcto. Vergonzoso de quienes aspiran a gobernar el país, pues es un anuncio de que no estarán dispuestos a defender aquello en lo que supuestamente creen.

Ha llegado el momento de las definiciones. De quienes están dispuestos a derrotar la pobreza en el país jugándose por un modelo económico que ya ha demostrado sus bondades, o aceptamos nuevamente la dictadura de la violencia, de la intolerancia, y miramos a un costado. Los candidatos deben definirse. ¿Quién se atreve a anunciar que en su gobierno los proyectos mineros de Conga y Tía María saldrán adelante?

Por Juan Carlos Valdivia
18 - May - 2015  

Juan Carlos Valdivia
18 de mayo del 2015

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