PPK y AGP frente a la informalidad

Análisis de sus principales propuestas económicas

Los únicos dos candidatos que han anunciado propuestas para retomar el crecimiento económico son Pedro Pablo Kuczynski y Alan García. Cobra especial atención referirse a la manera cómo enfrentar la informalidad, tanto del 70% de las pequeñas y micro empresas y del 80% del empleo privado, una de las variantes para que el repunte de la economía hacia un 6% anual en el próximo quinquenio sea sostenible en el tiempo.   

AGP propone la creación de 2 millones y medio de empleos con la misma matriz de crecimiento que se generó entre los años 2002 y 2013 y con énfasis en disminuir la tramitología para aumentar la inversión, pero manteniendo esa dualidad que hace que, por un lado, hayamos tenido fuerte inversión privada, aumento de exportaciones y de inversión pública, pero por otro alta informalidad, contrabando y corrupción. Esa dualidad es lo que finalmente llevó al segundo quinquenio alanista, exitoso en promover una de las bonanzas económicas más altas de nuestra república, a que, paradójicamente, terminara con solo el 5% del electorado en las elecciones del 2011, envuelto en numerosos casos de corrupción y comprometido con el caso narco indultos.

PPK también promete fomentar drásticamente las inversiones, pero le da una prioridad especial a disminuir gradualmente la carga impositiva de las empresas, tanto en el porcentaje del IGV (De 19% al 15%) y del Impuesto a la Renta (hasta el 10% para mypes, como incentivo a su legalización), para impulsar así altos índices de formalización y aumento del consumo, quitándole espacio a la economía delictiva que se retroalimenta de la alta informalidad. Adicionalmente, PPK promete priorizar la reforma del Estado disminuyendo la fragmentación ministerial y la baja calidad de nuestra meritocracia, que es finalmente lo que sustenta la adicción estatal por la tramitología que bloquea las inversiones. La propuesta de crear el Ministerio de la Descentralización y Modernización de Estado parece ser una propuesta potente de PPK para modernizar las instituciones.   

El que AGP haya propuesto el Ministerio de la Juventud y que PPK anuncie el Seguro de Desempleo para los jóvenes puede ilustrar la diferencia de enfoques. En la primera propuesta, este nuevo ministerio puede tener un impacto efectista, pero a la larga puede crear simplemente más burocracia, mayor gasto corriente y mayor fragmentación estatal. En la segunda propuesta, el Seguro de Desempleo puede tener un impacto micro económico directo y más dinámico, con relevancia sobre el empleo formal y una lógica inclusiva de cientos de miles de jóvenes.

Todo indica que el APRA reafirma una constante en los dos gobiernos del alanismo: su renuencia a hacer una reforma estatal simultánea al crecimiento económico. Es un voluntarismo populista que se propone crecer por crecer, sin fijarse en la necesidad de una economía sana  que rompa las barreras que existen entre el Perú formal y el informal, que ahora –insisto- conviven peligrosamente con una economía delictiva que acosa a nuestro Estado. El alanismo puede despotricar contra la SUNAT, pero ello de nada vale si no propone un nuevo esquema impositivo en el Perú, ya que el actual es uno de los factores que fomentan la alta informalidad.

En un escenario internacional con bajos precios de los metales, repetir la matriz de crecimiento de años anteriores es tener muy poca imaginación. Ahora se requieren mayores incentivos a las empresas, mejorar la productividad y diversificación, disminuir impuestos, aumentar la competencia –es el caso típico de las AFP– para crear otro circuito virtuoso de crecimiento económico, valorizando ahora más el mercado interno, para generar un alto consumo.

Veremos pues si otros candidatos se animan a presentar propuestas que eleven el nivel de la campaña.

Por: Neptalí Carpio