¿Por qué crear un Ministerio de la Familia?

Sobre la problemática y realidad actual de la familia peruana

El Ministerio de la mujer tiene que transformarse en el Ministerio de la Familia. La última encuesta de VOX POPULI demuestra de manera fehaciente que la familia es un extremo sumamente importante para la población peruana. Al compararla con otros aspectos importantes como la salud y el trabajo, estos quedan absolutamente relegados. La familia es, de lejos, una columna fundamental para todos los peruanos y con el fin de abordar de manera holística el diseño y la implementación de políticas públicas adecuadas es importante generar agencias de alto impacto capaces de responder a la creciente problemática que se desprende de la realidad familiar.

Para ello es preciso abandonar las premisas maniqueas de la ideología de género y concentrarnos en la realidad de la familia peruana. Un objetivo prioritario del próximo gobierno tiene que vincularse a la cobertura eficaz de las necesidades de nuestras familiar. Mejorar la calidad de vida del núcleo familiar va más allá de la dimensión estrictamente económica. Hay que escuchar a las familias del Perú. Sólo así será posible que la familia peruana reciba apoyo del Estado en función a sus necesidades y no en el marco del populismo partidista. Todo esto, por supuesto, pasa por respetar la necesidad de otorgarle un soporte esencial a las familias numerosas y a las mujeres embarazadas. Es preciso resaltar que la maternidad configura para nuestro país un hecho con una amplísima función social que beneficia a toda la comunidad. La política tiene que responder a la realidad familiar de manera intersectorial, sin sesgos ideológicos ni sectarismos progresistas.  

Reformar paulatinamente nuestro mercado laboral facilitando la conciliación y corresponsabilidad del trabajo con la vida familiar, creando asociaciones eficientes entre la empresa y la familia, permitirá crear una mayor conciencia sobre la relevancia de la unidad familiar como agente económico. Prevenir la violencia intrafamiliar en todas sus formas (de hijos a padres, violencia contra ancianos, etc.), revisar el tratamiento tributario familiar, formular una política de viviendas para familias numerosas o con hijos discapacitados, garantizar la libertad de elección de modelo educativo por parte de los padres, combatir el feminicidio y el FETICIDIO, ampliar la cobertura de becas, promover actividades culturales para las familias, crear programas para familias en zona de riesgo, fomentar el emprendimiento familiar, etc.; son algunas de las medidas que un gobierno orientado hacia las familias puede y debe fomentar.

La maternidad tiene un valor social y por tanto, una dimensión clara en las políticas públicas. Por eso, el Estado tiene que adoptar medidas concretas de apoyo a la maternidad, con más razón si se trata de mujeres en situación de vulnerabilidad (menores de edad, con algún tipo de discapacidad, con problemas socioeconómicos o de exclusión social, etc.) Incorporar la perspectiva de familia en los planes de gobierno de cara al 2016 beneficiará las propuestas de nuestros políticos. Porque, sin duda, la familia es la mejor inversión para el futuro de nuestro país.

Por Martín Santiváñez Vivanco