Martin Santivañez

Política familiar

Política familiar
Martin Santivañez
06 de junio del 2017

Si algo une a las personas en este país es la imagen familiar

El gobierno del presidente Kuczynski debe crear un Ministerio de la Familia. Hay que escuchar a las familias, solo así será posible que la familia peruana reciba apoyo del Estado en función de sus necesidades y no en el marco del populismo partidista. Todo esto, por supuesto, pasa por respetar la necesidad de otorgarle un soporte esencial a las familias numerosas y a las mujeres embarazadas. La política tiene que responder a la realidad familiar de manera intersectorial, sin sesgos ideológicos ni sectarismos progresistas. La familia es la realidad política más importante del Perú.

Reformar paulatinamente nuestro mercado laboral —facilitando la conciliación y la corresponsabilidad del trabajo con la vida familiar y creando asociaciones eficientes entre la empresa y la familia— permitirá generar una mayor conciencia sobre la relevancia de las familias como agentes económicos. Prevenir la violencia intrafamiliar en todas sus formas (de hijos a padres, violencia contra ancianos, etc.), revisar el tratamiento tributario familiar, formular una política de viviendas para familias numerosas o con hijos discapacitados, garantizar la libertad de elección de modelo educativo por parte de los padres, combatir el feminicidio y el feticidio, ampliar la cobertura de becas, promover actividades culturales para las familias, crear programas para familias en zona de riesgo, fomentar el emprendimiento familiar, etc. son algunas de las medidas que un gobierno orientado hacia las familias puede y debe fomentar. La política del bien común es una política esencialmente familiar, no una política individualista o colectivista. Frente al superhombre o el revolucionario, el hombre de familia se yergue como el modelo que presenta con naturalidad el sentido común.

El Estado tiene que adoptar medidas concretas de apoyo a la maternidad, con más razón si se trata de mujeres en situación de vulnerabilidad (menores de edad, con algún tipo de discapacidad, con problemas socioeconómicos o de exclusión social, etc.). Incorporar la perspectiva de familia en el próximo gobierno es fundamental. La familia, sin duda, es la mejor inversión para el futuro del Perú.

Para ello es preciso abandonar las premisas maniqueas de la ideología de género y concentrarnos en la realidad de la familia peruana. Un objetivo prioritario del próximo gobierno tiene que ser la cobertura eficaz de las necesidades de nuestras familias. Hay que escuchar a las familias del Perú. Esta política familiar es una política de afirmación de la vida. No es un política de polarización o sectarismo. Por el contrario, si algo une en este país es la imagen familiar. La familia es sinónimo de unidad. De unidad y eficacia. La primera línea de solidaridad es la familia, y en muchos sentidos una familia es la imagen perfecta de la unidad nacional. Los políticos del Perú deben analizar la importancia de la familia en el plano electoral. La activación de una agenda profamilia transformará a la política peruana, obligando a nuestros políticos a cruzar el Rubicón en temas sensibles como el aborto y la ideología de género. Porque las familias conscientes de su posición política son familias capaces de elegir representantes que defiendan sus intereses.

Martín Santiváñez Vivanco

 

Martin Santivañez
06 de junio del 2017

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