Pocos políticos como él

Sobre el liderazgo y la visión política de Martín Vizcarra

El 2011 conocí al ingeniero Martín Vizcarra, pocos días después que asumió el cargo de Presidente de la Región Moquegua (actualmente se les denomina Gobernador). Le pedí una cita para presentarle a Marilú Martens, entonces Directora del Colegio Mayor Presidente de la República, institución fundada por el ex presidente Alan García.

La finalidad era proponerle a Vizcarra que respalde el programa de apoyo a la educación pública regional que había iniciado la minera Southern Perú y, además, proponerle que se convierta en el iniciador de una experiencia similar a la del Colegio Mayor, a nivel regional.

El programa de Capacitación de Profesores que incluyó actualización pedagógica en áreas curriculares ordinarias y en manejo de tecnologías de la información,  se inició durante la gestión del actual Gobernador de Moquegua, Jaime Rodríguez, antecesor de Vizcarra. Ambas autoridades representaban a agrupaciones políticas diferentes, y hasta contrapuestas, en los procesos electorales.

Martín Vizcarra sabía que como autoridad debía gobernar “en favor de” y no “en contra de”. Dejó de lado cualquier consigna y quizás dijo a los miembros de su Consejo Regional, “este programa empieza a funcionar, ¿por qué detenerlo?” Y fue así que el programa empezó a madurar y dio sus frutos en los próximos años.  Moquegua alcanzó el primer lugar a nivel nacional en Comprensión Lectora y Conocimiento de las Matemáticas en el segundo grado de primaria.  Claro que no lo es todo, que aún tenemos un largo camino por recorrer, pero, sin lugar a dudas, ese logro fue un auspicioso inicio.

Más adelante, Vizcarra se convenció de la importancia de establecer un colegio mayor regional -o como se les denomina en la actualidad-, Colegios de Alto Rendimiento (COAR). Sobre el particular, Southern Perú ha expresado su disposición para convertirse en la financista de la construcción e implementación de los COAR de Moquegua y Tacna, y cofinanciar el COAR de Arequipa, empleando el mecanismo de Obras por Impuestos.

En Moquegua y Tacna, con el respaldo de las autoridades locales y regionales, se ha avanzado en la ejecución de diversas obras y otras están en etapa de proyectos, pero se harán realidad.

Martín Vizcarra también sabía de la potencialidad económica de Moquegua, de la existencia de otros yacimientos importantes, como Quellaveco, y tuvo la destreza suficiente de liderar las negociaciones para que dicho proyecto minero se convierta en realidad. Fueron otras consideraciones, como la evolución de las cotizaciones de los metales y la estrategia empresarial diseñada por la minera, las que postergaron la puesta en marcha del proyecto.

Lo sucedido nos demuestra que la autoridad regional actuó con visión y liderazgo, carecía de la facultad legal para intervenir en proyectos de gran minería, pero lo hizo. Condujo las negociaciones para lograr consensos en torno al desarrollo del proyecto porque éste generaría un gran impacto económico en favor de su región, a sabiendas de que no participaría de la inauguración del mismo porque su período de gobierno habría culminado para entonces.

Cómo pudiesen otros gobernadores contar con la experiencia, visión, decisión política y el desprendimiento de Martín. Recientemente conversé con una autoridad regional, a quien le manifesté: “Martín se convirtió en un político de dimensión nacional porque (…)”, entusiasmado me interrumpió y el Gobernador anotó, “por la mejora de la calidad de la educación”. Le dije no, “Martín se convierte en presidenciable porque atrajo mayor inversión para su región. Si usted lidera un acuerdo para concretar una gran inversión, en un momento en que el Perú tanto lo requiere, usted se convierte en presidenciable. Se lo digo como un ciudadano peruano”.

Ojalá haya escuchado y reflexione sobre el futuro, más allá de sus legítimas expectativas políticas.

Por: Guillermo Vidalón del Pino