Franco Germaná Inga

Plenitud versus éxito

Plenitud versus éxito
Franco Germaná Inga
01 de noviembre del 2016

 Reflexiones sobre el sentido de la vida

“El que respira, aspira” dice un dicho popular. Desde el momento en que nacemos, se esperan cosas de nosotros. Al inicio estas son básicas: aprender a hablar, caminar, leer y escribir, terminar el colegio. Luego, conforme pasa el tiempo, las expectativas se incrementan y se esperan logros más complejos. Se espera que escojamos una carrera, una decisión que tomamos a temprana edad, muchas veces sin ser conscientes que dicha elección determinará no solo nuestro futuro, sino el de la familia que formemos; ya que con nuestra profesión alimentaremos a los hijos que vayamos a tener. Se espera que consigamos un trabajo. Se espera que aportemos para los gastos de la casa. Se espera que nos graduemos.

Ahora que tenemos una carrera, ahora que tenemos todas las herramientas para enfrentar la vida, ahora que somos verdaderamente adultos, lo que se espera de nosotros, es que comencemos a aspirar. Por ende, es natural que nos veamos tentados de aspirar a un buen sueldo, a un ascenso, a un buen trabajo. Y está bien, solo que no hay que perder de vista que el ser humano no ha nacido exclusivamente para producir y consumir, sino que también tiene necesidades que no se satisfacen en el mercado, como las afectivas y espirituales.

No hay que perder de vista, que si nos dedicamos a coleccionar éxitos profesionales, trofeos y reconocimientos, dejando de lado nuestra familia y relaciones interpersonales, seremos reconocidos por la sociedad, sí, pero al fin del día tendremos una vida vacía.

 

***

Los párrafos precedentes son extractos del discurso que di a nombre de mi promoción cuando me gradué de la universidad*; pero siguen vigentes en la actualidad porque vivimos en una sociedad que, en balance, considero que es buena, solo que puede ser extenuante y dura en ocasiones. Por ende, para prepararnos para la gran carrera de la vida, tenemos que partir de la premisa de que esta carrera no es de velocidad, sino de resistencia. Asimismo, tenemos que tener claro cuál es nuestro norte, si es alcanzar la plenitud o el éxito.

Según Gobierno de personas en la empresa, el buen libro de los profesores Pablo Ferreiro y Manuel Alcázar, las personas suelen orientar su vida hacia la búsqueda del éxito, entendiendo este como la consecución de metas; no obstante, señalan que el éxito no siempre depende de nosotros y que una vez alcanzado suele ser pasajero. Asimismo, recuerdan que al éxito se le opone el fracaso.

Por otro lado, la plenitud depende exclusivamente de nosotros, del uso que le demos a nuestra libertad, de la actitud que tengamos frente las dificultades y del señorío de nuestro ser. La plenitud toma en cuenta el conjunto de necesidades de las personas: materiales, cognoscitivas, afectivas y espirituales; mientras que generalmente el éxito se plantea en términos materiales. Por ello, a la plenitud se le opone el vacío existencial.

No hay que malinterpretar. Los autores aclaran que plenitud y éxito no son opuestos, sino simplemente distintos. La dialéctica plenitud/vacío y éxito/fracaso, da lugar a múltiples combinaciones. Será mejor vivir un proyecto de vida orientado a la plenitud y adicionalmente al éxito, y así evitar vivir una vida cuyo legado sea el fracaso y vacío.

A lo anterior, le sumaría que depende de nosotros forjar nuestro destino. No podemos esperar que las cosas sucedan del aire; con nuestro don y esfuerzo personal podemos llegar lejos. Con ambos todo, sin ellos nada. Nuestros dones son las habilidades innatas que tenemos y el esfuerzo personal es nuestra perseverancia.

Estas reflexiones se sustentan en la siguiente verdad: el que respira, aspira; pero siempre es mejor aspirar e inspirar en nuestro paso por el mundo.

* El discurso de graduación lo di junto con Silvana Viza, a nombre de las promociones 2015-II y 2016-00, de las Facultades de Derecho y Relaciones Internacionales; Arquitectura, Urbanismo y Territorio; y Administración Hotelera, Turismo y Gastronomía de la USIL.

Franco Germaná Inga

@FrancoGermana 

 
Franco Germaná Inga
01 de noviembre del 2016

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