Iván Arenas

¡Perdieron, muchachones!

¡Perdieron, muchachones!
Iván Arenas
09 de agosto del 2017

Un Poder Ejecutivo que gobierna solo para Lima

Quizá, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski sea uno de los mejores ejemplos de que si un gobierno apuesta por la tecnocracia, en desmedro de la política, el fracaso siempre será inminente. Desde hace más de un mes, las regiones sureñas están convulsionadas por paros y protestas, sin embargo, los tecnócratas en el gobierno pepekausa —en un craso error de miopía política— dejaron que los problemas en el sur se solucionen solos. Con esta miopía para entender a ese Perú alejado de Lima, se entiende que en su mensaje a la Nación, PPK nunca mencionara —ni por pincelazo— una solución al tremendo problema que el paro de profesores ha causado en varias regiones sureñas. Incluso en el Cusco, los estudiantes están a días de perder el año escolar.

¿Cuál es el razonamiento en el gobierno pepekausa? Antes vale recordar que durante un año, el gobierno pepekausa se perdió entre los consejos de los aprendices de maquiavelos. Algunos medios de comunicación y un sector de periodistas —cegados por el antifujimorismo y el antiaprismo— alentaron un choque frontal entre Ejecutivo y Legislativo. Estos “montesinitos” —en un acto absolutamente suicida— intentaron vetar a la mayoría legislativa. El resultado era previsible. El fujimorismo no se iba a dejar avasallar por las campañas mediáticas apoyadas por el gobierno pepekausa, como así fue.

En el razonamiento de la tecnocracia pepekausa, solo el crecimiento económico es lo más importante. Un crecimiento de 3.5% anual del PBI era suficiente para absorber la mano de obra que entra cada año al mercado laboral y para reducir pobreza. ¿Adivinen qué? El crecimiento económico de este año no llegará ni al 3%. Quizá hay un dato peor: el gobierno tecnócrata está logrando lo que ni Ollanta Humala pudo: poner en duda la viabilidad del modelo económico.

Pero los muchachos tecnócratas no son los únicos que están perdiendo. La goleada la reciben los medios de comunicación y los periodistas que alentaron la guerra política e hicieron perder un año valioso al gobierno pepekausa. En aquella estrategia se desarrollaron falsas narrativas; como aquella de que el fujimorismo era obstruccionista, y por ello el fracaso del gobierno pepekausa. Tamaña patraña. La convulsión social en el sur peruano solo significa que el verdadero problema del Perú no era un enfrentamiento entre el Ejecutivo y Legislativo, sino entre un Ejecutivo que gobierna para Lima y las regiones.

No obstante, la narrativa de quienes alientan una falsa guerra política entre el Ejecutivo y el Legislativo se quiebra por todos los costados. Esta semana salió el libro de María Cecilia Villegas, una publicación que devela algunas incongruencias sobre el caso de las esterilizaciones forzadas durante el gobierno de Alberto Fujimori.

Iván Arenas

Iván Arenas
09 de agosto del 2017

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