Gustavo Rodríguez García

Peligro contra la innovación

Peligro contra la innovación
Gustavo Rodríguez García
27 de abril del 2015

¿Se debe obviar derecho de exclusividad de innovadores de medicamentos?

Se ha puesto sobre el tapete una discusión en torno a la posibilidad de emitir licencias obligatorias que permitan obviar el derecho de exclusividad conferido a los desarrolladores de, fundamentalmente, medicamentos innovadores, con la finalidad de hacerlos más accesibles a la generalidad del consumidor. Se sostiene que los medicamentos son muy caros y que eso generaría un problema de salud pública en nuestro país. La posibilidad de emitir licencias obligatorias en casos excepcionales y emergentes está debidamente establecida en la normativa internacional y nacional por lo que, a priori, una regulación específica sobre aquellos aspectos que pudieran quedar en el aire no es, per sé, mala idea.

El problema es que los defensores de la estrategia de licencias obligatorias vienen confundiendo las cosas y parecen estar en la creencia –equívoca- de que puede apelarse a esta medida cuando los precios son altos. Por ejemplo, el presidente de CONACUP, Paul Castro García –según se lee en la nota de prensa difundida por dicha organización- habría sostenido que: “Ante situaciones como las generadas por los altos precios de medicamentos para enfermedades como el cáncer, los derechos de exclusiva sobre patentes no pueden constituirse como paraguas para el ejercicio abusivo de un derecho”.

El error insalvable de esta declaración es que parte de la premisa de que la existencia de precios altos habilita per sé la emisión de licencias obligatorias. Sin embargo, la normativa es clara y establece que: “Previa declaratoria de un país Miembro de la existencia de razones de interés público, de emergencia, o de seguridad nacional y sólo mientras estas razones permanezcan, en cualquier momento se podrá someter la patente a licencia obligatoria”.

La lógica es que se trata de una circunstancia temporal y excepcional y por eso es que se somete la licencia a la existencia o permanencia de la razón justificante. Los altos precios no son una razón con vocación de temporalidad ni con carácter extraordinario y, por tanto, no habilitan técnicamente a la concesión de licencias obligatorias. Sostener que los precios altos justifican debilitar el derecho de exclusiva para que se no se trate de un abuso de derecho es simplemente no haber comprendido bien lo que dice la norma ni su sentido económico.

Los derechos de exclusiva son necesarios para fomentar la innovación y en países como el Perú, donde se requiere promover el ingreso de medicamentos e, incluso, el desarrollo de medicamentos para enfermedades propias de nuestra región y que en principio podrían no justificar los altos costos de investigación y desarrollo, debilitar estos derechos de exclusiva no es más que conspirar contra los intereses de los pacientes que entienden con dolor y sufrimiento que no hay peor medicamento que el que no se tiene.

Qué fácil es levantar la bandera de los pacientes afectados por los supuestos altos precios sin contar la historia completa: la innovación en este campo es costosa y si queremos tener expectativas razonables de que enfermedades dramáticas encuentren respuestas concretas, necesitamos incentivos fuertes y no ideologías vacías. Los precios son, muchas veces, elevados, ¡qué duda cabe! Pero la existencia de patentes no explica el porqué son tan altos en países en los que la regulación limita precisamente la ampliación de los mercados que permitan difundir ese alto costo en más personas.

No puede dudarse de que la patente pretende generar una exclusividad que se orienta a asegurar un retorno determinado al innovador. Sin embargo, para atender un asunto como el precio, no puede eliminarse el incentivo para que el producto exista. Algunos críticos del sistema de propiedad intelectual en general postulan que innovación siempre ha existido, como si uno pudiera afirmar que porque dos personas compiten en una carrera de cien metros planos por llegar a la meta primero no era necesario que se organice la competencia. Si queremos más competencia por más innovación, hay que tener un poco de cuidado antes de tratar de hacer populismo con la salud de la gente.

 

Por Gustavo Rodríguez García
27 - Abr - 2015  

Gustavo Rodríguez García
27 de abril del 2015

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