Jorge Morelli

Parias y mandarines

Parias y mandarines
Jorge Morelli
01 de marzo del 2017

No hay inclusión ni meritocracia en la educación peruana

Hay maestros nombrados y maestros contratados. Todos están mal pagados, pero los profesores contratados son un tercio de los maestros de la educación pública y son los parias de este orden de cosas.

El último aumento otorgado por el gobierno lleva a los nombrados de la primera categoría de la carrera magisterial de ganar S/. 1,500 a S/. 1,700. Claramente ese sueldo no se acerca a lo que hace falta para un verdadero salto en la calidad de la enseñanza. Pero para los maestros contratados el último aumento no existe. Siguen ganando 1200 soles mensuales.Y están excluidos de la carrera magisterial.

En efecto,  para ser un profesor nombrado de la educación pública peruana hay que tener título de Pedagogía. Si no se tiene, el profesor no puede ser nombrado, aunque tenga un grado académico de la universidad de Princeton. No será profesor en una escuela pública a menos que acepte ser un paria contratado.

Alguna vez le pregunté a la doctora Martha Hildebrandt, lingüista y titulada en Pedagogía, si le parecía que un maestro debe tener título de Pedagogía para enseñar. Su respuesta fue: en la enseñanza lo que importa es el “qué”, no el “cómo”. Importa dominar la materia, la técnica para enseñarla es asunto secundario.

¿A quién beneficia entonces este injusto estado de cosas? Sirve para que el gremio de los egresados de Pedagogía y el sindicato que los representa —el Sutep— tengan un monopolio de facto sobre las plazas de la educación pública. Es una situación arcaica, abolida en la educación japonesa setenta años atrás, durante la posguerra —según me explicó un profesor de la Universidad de Tokio, una de las mayores autoridades de Japón en la materia—, que representa uno de los dos momentos cruciales para la educación japonesa. El otro ocurrió cien años antes, con la reforma Mei Ji, al ordenarse la enseñanza obligatoria de inglés en todas las escuelas de Japón.

Esta es la realidad: no hay inclusión ni meritocracia en la educación pública del Perú. Hay discriminacion y privilegio. Si los maestros contratados son los parias, los dirigentes son los mandarines.

Jorge Morelli

@jorgemorelli1

jorgemorelli.blogspot.com

 
Jorge Morelli
01 de marzo del 2017

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