Jorge Valenzuela

Palma y el liberalismo criollo

Palma  y el liberalismo criollo
Jorge Valenzuela
02 de septiembre del 2015

Comentario a un libro sobre el papel político de Palma en el siglo XIX

La reciente publicación de Liberalismo criollo. Ricardo Palma, ideología y política (1833-1919), del historiador sanmarquino  Carlos Pérez Garay, cumple con llenar uno de los grandes vacíos de la historia política peruana del siglo XIX. El esfuerzo por presentar al célebre tradicionista articulado al agitado devenir  político decimonónico se sostiene en una investigación en  importantes repositorios documentales y en un ambicioso manejo de diversas fuentes.

El propósito central del libro es caracterizar el tipo de liberalismo ejercido por Palma en un contexto marcado por una permanente inestabilidad. En ese sentido, para el autor, bien vale la pena preguntarse sobre las calidades de nuestro liberalismo a través de la trayectoria de un escritor tan relevante como Palma. Esto lo lleva a establecer una primera polarización entre el campo literario y el campo político frente al cual el autor de las Tradiciones peruanas se encontró, cuando menos, en permanente confrontación.

El libro se ocupa de referir, en principio, el nacimiento liberal de Palma a partir de su filiación romántica, desde la que funda su rebeldía e inconformidad, así como su temprana participación en un tipo de periodismo activo que le sirvió como una trinchera para oponerse a los gobiernos de turno. Luego continúa con el periodo que comprende su labor política y partidaria (1852- 1867), en el que se vincula con diferentes gobiernos. Mencionemos, entre ellos, el de Echenique; el de Vivanco que lo expone, según el autor, a la contradicción de tener que defender a un conservador siendo él un liberal; el de Castilla frente al cual se sitúa en una circunstancia política que lo convierte en un conspirador contra su gobierno; y el de Balta, a quien apoya en 1865.

De acuerdo con el autor, los años del exilio en Chile (1860-1862)  vinculan a Palma con la investigación en las fuentes del propio liberalismo, lo acerca a los peruanos exiliados en Valparaíso y despierta su interés por la historia de la Inquisición, hecho que le permitirá, luego, escribir su libro Anales de la Inquisición en Lima (1863).

De otro lado, el libro estudia la labor parlamentaria de Palma desde 1868 a 1873, a partir de las legislaturas ordinarias, un aspecto poco atendido y desarrollado por los historiadores políticos. Hacia 1873, cuando Palma se aleja de la política activa, empieza a publicar sostenidamente sus famosas tradiciones en El correo del Perú. Mención aparte merece el estudio del apoyo de Palma a Piérola durante la Guerra con Chile.

El libro se cierra con un interesante capítulo sobre las observaciones de Palma sobre la vida pública desde el marco del liberalismo político. A partir de un análisis de su correspondencia y de sus escritos políticos se establece el respeto de Palma al orden republicano, su irreductible lucha contra todo clericalismo y su fe inquebrantable respecto de la imposibilidad del regreso del régimen monárquico a América del Sur. Vale la pena destacar el estricto seguimiento a Palma hasta sus últimos años, cuando ya lejos de la política activa, desde su casa de Miraflores, sigue pronunciándose polémicamente, por ejemplo, sobre la caída de Billinghurst y diversos temas de la coyuntura.

Para concluir, diremos que este es el libro de un historiador cuyo manejo solvente de las fuentes y un exhaustivo trabajo en archivos, nos permite realizar un recorrido político (a través de sus casi cuatrocientos páginas) hasta cierto punto inédito por el siglo XIX, a pesar de las grandes contribuciones existentes en torno a la biografía de uno de los más importantes escritores peruanos.

Por: Jorge Valenzuela

Jorge Valenzuela
02 de septiembre del 2015

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