Jorge Nieto Montesinos

Pago por ver

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Jorge Nieto Montesinos
05 de agosto del 2014

Sobre el Congreso y el próximo voto de investidura del Gabinete Jara

¿En su evaluación para otorgarle el voto de confianza al nuevo gabinete Jara puede el Congreso de la República omitir el hecho de que en su reciente Informe el Presidente le ha entregado en materia de seguridad información falsa –el asesor presidencial Pedraza ha reconocido cuando menos una- o altamente inverosímil? ¿Sin corregir esa ligereza puede la Primera Ministra presentarse ante el Congreso para hacerse cargo seriamente de lo que es el principal problema de la agenda ciudadana? Congreso y Primera Ministra tienen ante si un examen exigente.

Porque no se trata de una disputa burocrática por las cifras. Una disputa por ver quien luce mejor su conocimiento, mucho o poco, sobre el tema. Tampoco de una competencia juvenil por ver quien es el más ronco del barrio. El más gallito… O de envidias desatadas por popularidades presumidas, en ambos sentidos de la palabra. O exquisiteces en la precisión de los números… puros caprichos… No. Se trata de la seguridad de la gente. De que las familias puedan estar seguras en sus casas. De que los comerciantes no sufran extorsión y retaliaciones. De que las personas no sean exiliadas de sus calles y de sus barrios por obra del pandillerismo. De que tomar un taxi no sea una actividad de alto riesgo. De que el sicariato no se consolide como parte del paisaje urbano. De que los jóvenes, y sobre todo las jóvenes, puedan vivir la ciudad a la que tienen derecho en paz y sin miedo... como en cualquier país civilizado, que eso es la modernidad, una experiencia en libertad.

Y esas cifras, las del crimen real, no se han movido un ápice. Si acaso un movimiento marginal en algún rubro menor. Pero los principales indicadores del crimen están allí. Intactos para afectar la calidad de la democracia y añadir un costo al proceso económico. Y así lo corroboran las recientes encuestas. Todas desaprueban la política de seguridad. Y con porcentajes altísimos. Y las expectativas de que ello mejore son casi inexistentes.

La ligereza en el manejo de aquellas cifras –las del informe presidencial o las que lanza al desgaire el ministro del ramo casi cada día- preocupan porque denotan el poco peso que en la agenda del gobierno tienen estas cifras, las que realmente importan, las que dan cuenta de la criminalidad y la inseguridad de la gente, inexpugnables para el “rendimiento policial”. Claro, la popularidad del exhibicionismo machista gusta. Como gustó en otro tiempo ver a Alberto Fujimori encaramado en una camioneta, avanzar a toda velocidad por las calles de Lima seguido por una nube de fotógrafos y cámaras de televisión buscando, ahora lo sabemos, “sus videos”. ¿Y? ¿Ese espectáculo tuvo/tiene algún sentido para la construcción institucional del país?

En un congreso hobbesiano, donde los grupos parlamentarios intercambian protección a cambio de obediencia, la lógica de sus alianzas ha sido en buena medida la trabajosa construcción de impunidades. Y eso nos ha traído hasta aquí: un gobierno debilitado, un rumbo borroso, una mayoría precaria. A la Ministra Jara, probablemente la política más dotada del nacionalismo, se le ha presentado la oportunidad de cambiar esa lógica y construir consensos de otra calidad. Uno de ellos, en materia de seguridad ciudadana. Para ello, más que otra cosa, debe tomar decisiones. Es su tarea de estos días. Si las toma, solo si las toma, el Congreso debe acompañarla. Eso restañaria en algo la perdida confianza de la gente. Ojala. Pago por ver.

Por Jorge Nieto Montesinos

Jorge Nieto Montesinos
05 de agosto del 2014

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