Juan Carlos Valdivia

Otro traidor más

Tarde o temprano Toledo estará confinado en una prisión

Otro traidor más
Juan Carlos Valdivia
02 de junio del 2017

Tarde o temprano Toledo estará confinado en una prisión

Curioso destino el de Alejandro Toledo. Irrumpe a fines del siglo pasado ofreciendo construir el segundo piso del edificio que comenzó a construir Alberto Fujimori. El devenir político lo convirtió en un duro crítico del gobierno de Fujimori, y su gestión se caracterizó por buscar sancionar a todo personaje que estuviera relacionado al fujimorismo. El tiempo ha colocado a Alejandro Toledo como prófugo de la justicia. Al igual que Fujimori, ha buscado protección —como lo señalaba ayer Hugo Neira— en el Imperio del cual se siente súbdito. Luego de haber personificado a la nación (como lo establece la Constitución respecto a quien desempeña la Presidencia de la República), a Fujimori y Toledo les importo poco la alta dignidad que tuvieron, y pensaron que podrían escapar del brazo de la justicia. Hoy Fujimori está en prisión, y tarde o temprano Toledo también lo estará.

Buscar la protección de Estados Unidos y acusar al Perú de no tener una justicia imparcial es una necedad. El Perú ha logrado poner en prisión a Fujimori, a Montesinos, a Hermoza Ríos, y a ministros, congresistas, presidentes regionales, alcaldes y a todo funcionario que en los últimos veinte años haya delinquido desde el Estado. Más aún, luego de sucesivos procesos electorales intachables, hoy es presidente de la República don Pedro Pablo Kuczynski, quien en su momento fuera ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros del mismo Toledo. ¿Puede acusar Toledo a PPK de manipular el Poder Judicial? ¿Desde Estados Unidos creerán que PPK actuará en contra de los principios democráticos del buen gobierno?

Pero ir a buscar la protección de otro país, cuando se ha sido presidente del Perú, es una ofensa a la nación, casi una traición. Muestra además la catadura moral de quien ha defraudado al país al descubrírsele los acuerdos bajo la mesa para favorecer a una empresa y recibir millones de dólares a cambio. Valiente para la corrupción, pero falto de hombría para enfrentar la sanción a sus faltas.

El honor es un valor en desuso en la política nacional. Lamentablemente, aventureros que solo buscan saciar su ambición y su vanidad han inundado nuestra política, recibiendo en su momento el respaldo ciudadano. Son quienes no dudan en huir, en buscar protección de otros estados y de otros gobiernos, mostrando su verdadera esencia: la de ser un traidor.

 

Juan Carlos Valdivia

Fotografía: RPP

Juan Carlos Valdivia
02 de junio del 2017

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