Victor Robles Sosa

Nuevos frentes, viejas ideas

Nuevos frentes, viejas ideas
Victor Robles Sosa
21 de abril del 2015

¿Cual es la propuesta política y económica de la izquierda marxista al 2016?

La izquierda marxista acaba de presentar en sociedad tres nuevos frentes electorales de cara al 2016: la Coalición Progresista Unión de Fuerzas de Izquierda (CPUFI), el Bloque Nacional Popular (BNP) y el Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad (ex Tierra y Dignidad). Los tres predican la “unidad de la izquierda” pero ninguno la ejerce, algo inherente a esa corriente política eternamente fragmentada por apetitos caudillistas. Así ha sido a lo largo de su historia. Desde la Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARI, 1978) hasta Diálogo Vecinal de Susana Villarán el 2014, pasando por la Izquierda Unida de los 80.

Cada grupo se proclama la “auténtica alternativa popular”. Y alguno ha tratado incluso de darse un aire de “modernidad” diciendo que estaría dispuesto a aceptar la “minería sustentable” (¡wow!). Sus problemas comienzan cuando tienen que entrar en las propuestas concretas.

¿Se puede proclamar representante de los pobres una fuerza política que propone liquidar el modelo económico que ha disminuido la pobreza de 60% a 23% en solo dos décadas? ¿Puede predicar la igualdad quien quiere eliminar las políticas que han reducido la desigualdad como nunca antes en nuestro país? ¿Se pueden llamar “alternativa de cambio” a aquella que buscan restaurar el viejo statu quo estatista y populista que empobreció a la nación y quebró la economía? ¿Se puede declarar democrática una corriente política que apoya a los regímenes autoritarios que castran las libertades y reprimen a sus pueblos? ¿Pueden llamarse “luchadores anticorrupción” a aquellos que callan ante los escándalos de ese tipo protagonizados por sus aliados o amigos?

Al parecer esta izquierda NO asocia la palabra cambio a avanzar sino a retroceder. A diferencia de las izquierdas de Uruguay, España y Chile, no ha logrado entender que hoy es imposible construir el desarrollo de una nación de espaldas a la integración económica global y a la inversión privada. Añora el Estado intervencionista, dispendioso, enorme, corrupto e ineficiente de los 70 y 80.  Por eso justifica los fracasos de Venezuela y Argentina.

Volviendo al plano político, la experiencia nos permite avizorar que lo más probable es que los tres grupos de izquierda se agrupen en uno solo cuando las encuestas les haga ver que es la única manera de que sus jefes alcancen una curul, ya que no tienen un candidato de peso.

El obstáculo momentáneo para que se unan es Yehude Simon, a quien el BDP y el ex cura Arana vetan por haber sido Presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Alan García. A Villarán, Lerner, Patria Roja y los demás del CPUFI no les incomoda que uno de los responsables del “Baguazo” los patrocine con su partido político el 2016. Los principios son flexibles en tiempos de elecciones.

Pero más allá de los avatares electorales, es lamentable que el Perú no tenga una izquierda moderna comprometida con la democracia y el libre mercado. El CPUFI de Salomón Lerner, Susana Villarán y Patria Roja; y el BDP de Sergio Tejada y los disidentes humalistas plantean retomar la “gran transformación” archivada el 2011 por inviable (70% votó contra ese proyecto), mientras que los ex-Tierra y Dignidad de Marco Arana, enemigo abierto de la inversión privada en recursos naturales, proponen un modelo de desarrollo absurdo basado en el agro y el turismo.

El crecimiento económico se ha frenado peligrosamente y amenaza con retornar a la pobreza a millones de peruanos que en la última década se libraron de ella y pasaron a ser nueva clase media emergente. Para evitar que eso ocurra necesitamos retomar el crecimiento económico, recuperar la confianza de la inversión privada, eliminar la tramitología y las sobre regulaciones. Esta es la agenda política nacional pro-pobres.

La agenda de la izquierda, al contrario, sigue siendo intervencionista y estatista, es decir, anti-pobres.

Por Víctor Robles Sosa
21 - Abr - 2015  

Victor Robles Sosa
21 de abril del 2015

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