¿Nos quedamos en puerta de embarque?

Sobre el estado que retrasa inversiones y servicios

No cabe duda que el Perú está ubicado en un lugar privilegiado, estratégico, en un lugar en el que tenemos todo para ser “los preferidos” de la región. Sin embargo, para variar, la ineficiencia del Estado nos condena a quedar relegados. Según se ha anunciado, la construcción de la segunda pista del aeropuerto Jorge Chávez se ha visto aplazada hasta el 2018 en una señal de inoperancia grotesca y sin excusa posible.

Lo que nos jala para abajo en nuestro país no es la mala suerte sino la mediocridad y la falta de decisión. Debemos ser claros. Existen aerolíneas que no han apostado por Perú precisamente por las demoras que ahora conocemos. Quienes viajamos con cierta frecuencia, sabemos que existen momentos de espera que son inaceptables: una cola de aviones –como si fuera un terrapuerto- que cuesta paciencia a los pasajeros y mucho dinero a las aerolíneas. ¿Aerolíneas abusivas que cobran caro? No… infraestructura abusiva que impone sobre-costos y que obliga a las aerolíneas a ver al Perú como una plaza poco rentable.

A estas alturas, alguien debe hacerse responsable –en todo el sentido de la palabra- por estas demoras. Ha llegado el momento de demandar una explicación enérgica de lo ocurrido. Algo similar se puede decir de la demora sobre los pasaportes biométricos. Los colombianos ahora pueden viajar sin visa a lugares a los que los peruanos no podemos. ¿Quién se hace responsable? Nadie. En nuestro país, estamos acostumbrados a que se tomen decisiones lentas y sin energía y que no pase nada. Así de simple: aquí no pasa nada.

En ese sentido, debemos pedir explicaciones sobre demoras y retrocesos como éstos y, más importante que eso, debemos exigir un plan de contingencia inmediato. No basta decir que el tema se demorará sino que debe decirse cómo se mitigarán los efectos adversos de la demora. En nuestro aeropuerto, no entra un alfiler más. Estamos cansados de demoras en la construcción de los metros, en la construcción de las obras, en la emisión de pasaportes y en cualquier obra o medida que redundará en beneficios para el Perú.

La burocracia es la verdadera enemiga de los peruanos. La lentitud, la mediocridad y el abuso son solo una expresión de nuestra burocracia anclada en una visión arcaica de las cosas. Si seguimos en este plan, el Perú se quedará en la puerta de embarque de manera indefinida… mirará despegar a los demás países mientras nos quedamos en la sala de espera congratulándonos de la rica comida… conformismo criollo al que estamos acostumbrados.

Por: Gustavo Rodríguez García