Giovanna Priale

Ni una menos… cambiemos de estrategia

Ni una menos… cambiemos de estrategia
Giovanna Priale
27 de octubre del 2017

Para que todos entiendan que ninguna mujer puede ser violentada

 

Imposible no pronunciarse como mujer respecto a la violación de una colaboradora en el Censo (a cargo del INEI) este domingo. Este no es y no puede considerarse como un accidente, es más bien una muestra de la pobreza de los valores de nuestra ciudadanía respecto a la mujer. Escuchar hablar al delincuente responsable de la violación resulta estremecedor, como si las mujeres fuéramos un objeto del cual se puede disponer a simple antojo del hombre.

¿Cómo es posible que una de nosotras sea violada mientras está realizando su trabajo a plena luz del día? Y para este censo se permitió la participación de menores de edad, lo cual desde mi punto de vista es inaceptable. ¿Y si una chica menor de edad hubiese sido violentada sexualmente? ¿Y si una de esas menores fuese tu hija o la mía?  Sí pues, somos un país de violadores, de violentadores, y eso tiene que parar.

Escuché a la ministra de la Mujer que proponía que el Congreso dicte medidas de punición más severas para que estos delincuentes —y los cientos de violadores de bebes, niñas y jóvenes— sientan temor antes de tocar a una más. Pero me parece insuficiente. Creo que nos toca hacer mucho más, y esto empieza en casa y continúa en los colegios y en los institutos de formación superior.

¿Has escuchado cómo hablan muchos jóvenes hoy día sobre las chicas? “H***ona” es un término más que común para referirse a ellas. La igualdad de género pareciera, a entender de algunos, que va en contra de la política de defensa de los derechos de la mujer. A los adolescentes les cuesta separar mentalmente que su compañera de clases en el colegio es tan o más inteligente que él, que no es una h***ona. Y que se merece respeto cuando, fuera del colegio, van a una fiesta y las jóvenes usan ropa de moda o se atreven a bailar música movida, atrevida e incluso controvertida para algunos de nosotros.

Por eso digo que es hora de cambiar la estrategia. Hace algún tiempo leía la importancia de que los abanderados de la política “Ni una menos” sean los propios varones. Sí, nuestros hijos. Ellos parando a sus amigos cuando se refieren a una mujer como símbolo sexual, o cuando la consideran menos inteligente solo por su condición de mujer o cuando la están insultando o ejerciendo violencia psicológica contra ellas.

¿Es en serio que tengo que quedarme callada escuchando como unos jovencitos hablan sobre sus compañeras de clases de la manera más despectiva posible? No pues. Lo siento. No me cuadra que mi hija o la tuya o yo seamos unas h***onas  y que un compañero de clases o de trabajo lo diga como si fuera lo más natural. No me cuadra que como padres no estemos más atentos para levantar la voz cuando se hace necesario, y como docentes cuando vemos que en verdad se está extralimitando el concepto de igualdad por el de abuso de género.

Vamos a empezar una campaña; pero en serio, sin parar hasta que todos entendamos que ni una sola mujer puede volver a ser violentada. Empieza a no quedarte callada y enséñale a tu hijo a que defienda a su hermana y a su madre porque, de otra manera, no hay forma de que tengamos futuro alguno como sociedad.

Giovanna Prialé Reyes

Giovanna Priale
27 de octubre del 2017

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