Nadine, la FAO y una interferencia

La FAO ha tenido una actitud de clara componenda con la líder nacionalista

Causa indignación comprobar como la ex primera dama Nadine Heredia coordinó y concertó su contratación en una entidad de las Naciones Unidas, gracias al favor y buenos oficios de su director, un ex ministro de Lula Da Silva, hoy acusado por corrupción. Pero tanto o más estupor genera comprobar que una entidad como la FAO interfiera tan abiertamente en un proceso de investigación por lavado de activos, en el que Heredia es una de las principales implicadas.

Si bien el fiscal Juárez señala que el viaje de la señora no interfiere procesalmente en la investigación, dado que ella “ya declaró”, es claro que se trata de un caso que se encuentra en una etapa preliminar, en el que faltan actuarse y confrontarse varias pruebas, aunque aquellas que incriminan Heredia son harto contundentes. Los fans de la ex primera dama, por su parte, señalan que el comunicado de la Cancillería peruana hecho público ayer —en el que reclama airadamente por esta designación, dado sus visos de interferencia, y pide se deje sin efecto— afecta la presunción de inocencia de su líder.

Lo cierto es que incluso si la señora Heredia regresara al Perú para cumplir con las reglas de conducta que le ha impuesto la justicia local mientras dure el proceso, la FAO ha tenido una actitud de clara componenda con la líder nacionalista. Así lo demuestran los mails dados a conocer por el congresista Jorge del Castillo, y que datan de febrero del presente año, en los que Heredia intenta conseguir un estatus de funcionaria internacional que la pueda blindar de cualquier acusación legal o política.

No sabemos qué tan implicada pueda estar, como colectivo, esta entidad que forma parte del sistema de Naciones Unidas, pero es más que evidente que el señor Graziano, dIrector de la FAO, ha cumplido un papel muy proactivo y personalizado al ayudar a cumplir los propósitos de Heredia. Ello, sin siquiera entrar a debatir sobre si Nadine cuenta o no con las condiciones, expertise y competencias profesionales para asumir el cargo que le han asignado.

Mucho se comenta sobre el grado de autonomía que ostentan los organismos internacionales para tomar cualquier tipo de decisión. Acaso uno de los ejemplos más frescos y vívidos de cuánto esa “autonomía” terminaba arropando actos de corrupción y a criminales de cuello y corbata es la FIFA. Decenas de funcionarios hoy encarcelados, perseguidos o en proceso de extradición (como Manuel Burga) durante años se escudaron en ese principio para eludir todo tipo de investigación y sanción.

Honestamente no veo que una conducta similar a la mostrada por el señor Graziano se produzca en entidades como el BM, BID, CAF o FMI. Aunque, claro, nunca se sabe. Lo cierto es que de Heredia uno podría esperar cualquier argucia escapatoria o elusiva, pero jamás que ello pudiera ser convalidado y secundado por una entidad como la FAO. Y ese solo hecho merece un total repudio.

Finalmente, las críticas recibidas por el Gobierno y la Cancillería por su supuesta falta de diligencia en este tema, a mi juicio, carecen de sentido. Torre Tagle ha actuado correctamente tras conocer el hecho, y en la forma que correspondía.

Mario Saldaña C.

@msaldanac