Juan Carlos Valdivia

Nada dura para siempre

Nada dura para siempre
Juan Carlos Valdivia
14 de septiembre del 2015

El triste papel de la bancada nacionalista en el caso de las agendas

A la débil institucionalidad del país se suma la precariedad política del gobierno humalista, lo que se presta a un ambiente de desorden que se refleja en la ola de rumores que recorre en estos días a los medios de comunicación.

Es cada vez más claro el orden de prioridades en la agenda de Palacio de Gobierno: Todos sus esfuerzos están enfocados en defender a la esposa del Presidente y a librarla judicialmente de las graves acusaciones penales que se deben desprender de las anotaciones en sus agendas.

Para ello no dudarán en usar el Poder Judicial en esta tarea de persecución. Fue clara la estrategia que desarrolló la bancada nacionalista durante la presentación de Rosana Cueva y Marco Vásquez en la comisión de fiscalización del Congreso: No trataron de averiguar si las anotaciones en las agendas son ciertas, sino de saber quién había pagado por los peritajes o con quienes se podrían haber reunido los periodistas. En todas las preguntas que leían los parlamentarios nacionalistas –que parecían escrita por Roy Gates- buscaban argumentos para ser usados en la defensa de Heredia y, con seguridad, para acusar judicialmente a los periodistas.

Es así cómo vemos al procurador Segura deslizar que Milagros Leiva podría recibir una sentencia superior a los diez años por su lamentable incidente con Martín Belaunde Lossio. Segura sí tiene permiso del ministro de Justicia para hablar sobre periodistas, pero no para referirse a los contenidos de las agendas de la esposa del Presidente. Juega en pared con los congresistas humalistas que han pedido que se investigue a Milagros Leiva.

Entre los periodistas amigos de Palacio de Gobierno, es evidente el esfuerzo por apuntalar la estrategia legal de la esposa del Presidente, siempre prestos a sembrar dudas y deslizar rumores. Están en su derecho. Cada vez son menos, pero son.

Ante la ausencia de la oposición, es desde el periodismo, ya sea de  investigación o de opinión, que se ha venido reclamando, que se ha puesto las luces sobre el papel que jugaba la señora Heredia en el gobierno. Hoy conocemos no solo de su intromisión en la toma de decisiones del Estado, sino de su adicción a las altas cifras de dinero, para lo cual ha organizado un grupo de testaferros entre sus más allegados, algunos de ellos aun con puestos en el aparato estatal.

Para algunos en la prensa nacional es la primera vez que se enfrentan al poder, y la adrenalina que puede producir esta tarea hace que se cometan excesos e imprudencias. Pero ningún hecho podrá ocultar, como lo pretenden los sumisos parlamentarios del nacionalismo, los graves hechos que involucran a los Humala Heredia.

El tiempo permitirá que todo se conozca. Y ahí se pedirá cuentas a los ministros que no supieron cumplir con su misión de ser el primer control constitucional del Presidente, a los parlamentarios hueleguisos dispuestos a lanzar cualquier sandez que la señora Heredia los obliga a decir. Todo tiene su final. Nada dura para siempre.

Por: Juan Carlos Valdivia

Juan Carlos Valdivia
14 de septiembre del 2015

COMENTARIOS