Mar Mounier

Mozo, ¡hay una bala en mi anticucho!

Mozo, ¡hay una bala en mi anticucho!
Mar Mounier
20 de octubre del 2014

Sobre el creciente sicariato, las respuestas del gobierno y la voluntad política de éste

En el Perú actual no hay día que no se hable de personas asesinadas por matones a sueldo. El presidente Ollanta Humala dijo esta semana "estamos declarando la lucha frontal contra el sicariato" que se debe “entre muchos otros factores” a la “globalización”. Absurda explicación, pues si así fuera, los asesinatos a sueldo serían una constante en países como Noruega, Alemania o Francia. En la misma línea, el ministro Urresti declaró que no debemos preocuparnos porque “los delincuentes se están matando entre ellos”. Si ocurriera una balacera dentro de un restaurante y tuviéramos la desgracia de estar presentes, “no habría que preocuparse” si es que “no somos delincuentes”. ¡Brillante! ministro. Sólo le faltó decir: “si por `a´ o `b´ tiene usted una bala atravesada en su anticucho, ¡solo llame al mozo!”.

Si efectivamente, como dice el presidente, “el sicariato se debe a la globalización” ¿qué está haciendo Migraciones qué no se toman medidas contra el creciente número de indeseables que ingresan al territorio nacional, incluso con denuncias por estafa y acusaciones de asesinato en sus países de origen? Hace solo una semana un criminal italiano, procesado en su país por estafa, asalto y sicariato fue detenido en el Perú y liberado horas después. ¿Es esa la lucha frontal a la que se refiere el gobierno?

La Policía Nacional ni siquiera tiene las herramientas para enfrentarse al problema (¿existe una unidad de investigación?), menos para coordinar con la INTERPOL pues la información sobre ciudadanos extranjeros que maneja esa institución llega a los días, cuando el detenido ya está libre por orden de algún juez. ¿Lo más preocupante? No hay acuerdos fortalecidos de cooperación bilateral con Colombia, Méjico y otros países desde donde generalmente provienen los asesinos a sueldo. En otros países tienen penas ejemplares que van desde décadas entre rejas hasta cadena perpetua. ¿En el Perú? la sensación de inseguridad y desidia de parte del gobierno ha llegado a límites frustrantes.

Fuera de discursos y divagaciones, en realidad no hay voluntad política. Por ejemplo, no se mejoran las condiciones para que la Policía Nacional pueda hacer un trabajo efectivo y eficiente. Tampoco hay liderazgo desde el Ministerio de Interior, fuera de esporádicas y “rocambolescas” presentaciones de parte del ministro. Y en el Congreso están refundidos varios proyectos de Ley para tipificar el delito de sicariato, que no existe, y separarlo de la figura del homicidio calificado. No estamos realmente preparados para enfrentar esta situación desde el marco jurídico (código y procedimientos penales). Nuestro Código Penal, que es el principal instrumento de fiscales y jueces, necesita ser revisado, modificado y reformado para adecuarlo a la nueva realidad y a las exigencias de un problema que va “in crescendo”. Debe implementarse fiscalías encargadas de los delitos del crimen organizado, donde expresamente se deriven los casos para condenar la violencia, crímenes por sicariato, extorsiones, amenazas, etcétera.  Asimismo, existe la imperiosa necesidad de impulsar la creación de divisiones especializadas en la Policía Nacional que se enfoquen en la investigación de estos delitos.

El Estado ha preferido mirar para otro lado y ha asumido que con el silencio y la indiferencia se va a “solucionar el problema”. Lo que venimos observando es que la situación está empeorando por la impunidad con que actúan los criminales. ¿Lo peor? el gobierno nos “pasea” con declaraciones insulsas, mientras los ciudadanos hemos llegado al límite de pensarlo dos veces antes de ir a comer fuera de casa.

Señor presidente, ésta situación es ya insostenible.

Mar Mounier (El Hígado de Marita)
(20 - oct - 2014)

Mar Mounier
20 de octubre del 2014

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