Jorge Morelli

Míster déficit

Míster déficit
Jorge Morelli
27 de julio del 2016

Trump y el precario equilibrio económico de EE. UU.

El discurso de Donald Trump al aceptar candidatura republicana estuvo, en lo político, dirigido a anunciar que EE. UU. liderará a las huestes de Occidente en la cruzada contra la barbarie terrorista del Estado Islámico. Pero en lo económico, fue un plan para resucitar la economía norteamericana cerrándola sobre sí misma y haciéndola, si tal cosa es posible, aún menos dependiente de la economía global de lo que es hoy.

Trump prometió recuperar así los empleos desplazados a las economías emergentes por los que llama “malos” tratados de libre comercio (TLC) firmados por EE. UU.; desde el North American Free Trade Agreement (NAFTA), con México y Canadá. Quiere devolverles a los americanos los empleos en industrias que migraron fuera en busca de costos más baratos. Nadie sabe si esto es posible aún. Pero Trump renegociará esos “malos“ tratados. Su fuerte es ser duro en la negociación. Es lo que sabe. Con ello espera reducir el gigantesco déficit comercial, la brecha creciente entre las importaciones cada vez mayores y las exportaciones que flaquean. Su estrategia apunta entonces a importar menos y exportar más.

Pero este escenario no parece compatible con un dólar fuerte, que abarataría las importaciones y encarecería las exportaciones. Tampoco, por lo tanto, con la política monetaria de la FED, de elevar las tasas de interés, que es lo que ha convertido al dólar en la aspiradora de los capitales de todo el planeta. Trump puede significar un ocaso para Wall Street.

En cambio, Trump podría significar un nuevo esplendor para Main Street. Habla, en efecto, abundantemente de un masivo crecimiento de la economía real, mediante la reconstrucción de la infraestructura, las carreteras, puentes, puertos y aeropuertos de todo EEUU. Trump es un constructor; esa es la economía que conoce y entiende. Probablemente desconfía —acaso no sin razón— de un crecimiento basado en la economía virtual de las finanzas, como el que incubó la burbuja global que colapsó el 2008.

No deja de ser inspiradora esta especie de reedición del new deal de Roosevelt. Y al parecer se propone, como el propio Franklin Roosevelt en 1933, financiar su new deal bajando drásticamente el gasto militar, obligando a los hasta hoy beneficiarios de la pax americana —Alemania, Japón y otros— a pagar por su propio paraguas militar. Pero tendrá que financiar, al mismo tiempo, la guerra contra el terrorismo.

Todo esto va a desembocar probablemente en un déficit fiscal creciente, que tendrá que financiar con endeudamiento masivo. ¿Pero cómo lo financiará sin la aspiradora global de un dólar fuerte que atraiga los capitales de fuera? Los números no cuadran bien. Todo este tinglado parece hallarse en un equilibrio precario, basado en la pura fuerza de voluntad de Trump. Y algo va a ceder. Como en todas las guerras, probablemente será un déficit fiscal fuera de control, uno como EE. UU. no ha visto nunca antes.

 

Jorge Morelli

@jorgemorelli1

jorgemorelli.blogspot.com

 
Jorge Morelli
27 de julio del 2016

NOTICIAS RELACIONADAS >

El Perú da el ejemplo

Columnas

El Perú da el ejemplo

Vamos, es hora de avanzar. La primera presidente del Perú ha da...

21 de diciembre
Fallido clon de Evo

Columnas

Fallido clon de Evo

El autogolpe de Castillo del 7 de diciembre fracasó por una fal...

14 de diciembre
Cómplices en la hermosa mentira

Columnas

Cómplices en la hermosa mentira

Como hace 30 años, en 1992, el proyecto de ley del Presupuesto ...

30 de noviembre

COMENTARIOS