Menú de reformas para retomar vuelo

¿Se atreverá el próximo gobierno a coger el toro por las astas?

En política, la miopía cuesta caro, al país y a sus ciudadanos, que somos quienes con nuestros impuestos solventamos el funcionamiento del Estado.

La derogación de la norma legal que permitía la inversión privada en el aprovechamiento sostenible de los recursos culturales posterga muchas iniciativas privadas favorables para el país, efecto casi tan nefasto como el frenazo político deliberado -¿a alguien le cabe duda?- de la minería cuando aún había un boom de precios. ¿Torpeza o mala leche por la cual será nefastamente recordado Humala en la historia?

La mayoría de los destinos más cotizados para el turismo cultural,  ubicados en Europa y el Medio Oriente, presentan hoy niveles inaceptables de riesgo para el viajero por la ofensiva radical islámica y el entorno bélico que esta ha desatado. Se presenta una oportunidad magnífica para atraer esos dólares turísticos hacia el Perú, generando el desarrollo de nuestra industria hotelera y culinaria, puestos de trabajo y mayor recaudación tributaria. Pero el Congreso parece haber decidido dejar pasar una vez más la oportunidad.

Las Alianzas Público Privadas y los proyectos de Obras por Impuestos, siguen siendo obtusamente torpedeados desde el Ejecutivo. ¿Serán otra oportunidad perdida? El humalismo, enfermo de ¨privadofobia¨ setentera congénita, lejos de aprovechar la agilidad del sector privado, insiste en aplicar controles previos, cuando un control ex post facto podría salvaguardar mucho mejor los fondos públicos sin perder la ventaja de la celeridad que caracteriza a la inversión privada. En materia de OxI el asunto debiera ser entendido hasta por los más tontos. Si el proyecto terminado cumple con los objetivos, es aplicable como destino de impuestos, si no cumple, no.

Espero que el próximo gobierno enmiende pronto estos errores, impulsando el uso de las aguas antes que lleguen al mar, tanto las que hoy se vierten al Pacífico como aquellas utilizables mediante el trasvase parcial de cauces y la construcción de represas que permitan generar energía y luego, con esa misma agua, irrigar valles serranos que hoy dependen de las lluvias, así como los vastos territorios costeros capaces de producir más uva que todo California. Hay un costo por la inundación dirán los opositores, desde  aquellas ONGs financiadas por aquellos que temen tal desarrollo agrícola. Nada es gratis en este mundo, pero el valor económico, social y ecológico de tales represas superaría con creces su costo.

Las fuerzas armadas deben ser repensadas para enfrentar los riesgos y amenazas contemporáneas, como el terrorismo y los conflictos localizados ante los que han probado ser más eficientes las fuerzas pequeñas con coeficiente intelectual promedio elevado, altamente profesionales, bien remuneradas y entrenadas constantemente en el uso de un equipamiento realista y sostenible para economías como la nuestra. Será necesario acercarlas nuevamente a la población convirtiéndolas en más productivas en tiempos de paz, mediante el uso de su capacidad de apoyo logístico y de transporte, pero al mismo tiempo se requiere romper ese desprecio mutuo entre lo civil y lo castrense que dificulta la plena integración productiva a la economía honesta de la mayoría de retirados y licenciados. Eso solo será posible actualizando la currícula académica y la plana docente, a la vez que se capacita a la tropa para asumir, al término de su servicio, los oficios que el mercado demanda hoy.

La Policía también debe ser repensada desde la selección y educación hasta la línea de carrera y su preparación paralela para la integración profesional de aquellos que, por la natural lógica piramidal, vayan pasando a retiro.

La pregunta es ¿Se atreverá el ganador a coger al toro por las astas?

Por Dardo López-Dolz