Luego de la emergencia

La oportunidad de una reconstrucción bien planificada

Qué duda cabe de que los peruanos somos solidarios y somos resilientes. Esta amarga experiencia que estamos aún viviendo, con la destrucción de casas y la pérdida de vidas humanas por los desastres naturales, no ha hecho sino unirnos. Al margen de las discrepancias ideológicas, la foto de nuestra primera dama, Nancy Lange, con Kenji Fujimori demuestra que el país está antes que cualquier tipo de protagonismo. Y eso es lo que necesitamos, unidad política frente a la crisis.

Sin ninguna discusión, la imagen de Evangelina Chamorro saliendo del barro es un símbolo de la mujer peruana y de cómo su fortaleza de madre la convirtió en una “leona” para luchar contra la fuerza endemoniada del huaico y sobrevivir para cuidar a sus hijas. Esa imagen nos llena de compromiso para ser cada día mejores y para seguir siendo permanentemente solidarios.

Ayer los empresarios, representados por la CONFIEP, nos dieron a conocer cómo el sector privado ha venido trabajando con el Ejecutivo y lo seguirá haciendo, a través del transporte de alimentos y traslado de las cosechas de las zonas de emergencia en las embarcaciones pesqueras. También con el uso de tractores y bombas de agua para el retiro de los escombros, la flexibilidad en el pago de los créditos para aliviar la carga de las personas afectadas más seriamente por los fenómenos climatológicos; uso de aviones para ayuda humanitaria en las zonas de Piura y Trujillo, y envío de mensajes de texto vía celulares y uso de teléfono público desde la zona de emergencia totalmente gratuito. Esto además, evidentemente, de las donaciones materiales (alimentos, agua, ropa, etc.) que cada empresa y gremio ha venido realizando.

Una vez que pase la emergencia, tenemos una tarea titánica. En Chile, luego del terremoto del 2010, el costo estimado en pérdidas de infraestructura ascendió a US$ 21,000 millones (sector público y privado), aproximadamente el 12% del PBI. Como resultado inicial, el PBI cayó fuertemente en la primera mitad del año (en marzo retrocedió 2.2%); pero en la segunda la economía creció rápidamente. Y a fines de año el PBI creció en 5.2%, la tasa más elevada desde el 2005. Según las cifras oficiales, la mayor parte del gasto se enfocó en la reconstrucción de viviendas (27.4%), salud (25.4%), educación (14.3%) y obras públicas (13,9%).

Es por ello, que para Perú esta puede ser, a pesar de la desgracia en pérdidas humanas y materiales, una oportunidad para planificar la reconstrucción; para que se cobren los seguros de las concesiones privadas y que estas se vuelvan operativas en plazos muy cortos. Y para desarrollar ciudades con sistemas de alcantarillado que incluyan, en los casos que corresponda, manejos de cuencas y, por supuesto, el cierre definitivo de las zonas vulnerables para evitar que los hoy damnificados vuelvan a construir en ese lugar sus viviendas.

Estamos juntos, somos #UnaSolaFuerza y aún tenemos mucho trabajo por hacer. En la reconstrucción es crucial la cooperación público privada para invertir en proyectos de infraestructura sostenibles a largo plazo.
 

Giovanna Prialé Reyes