Los vacíos se llenan

Ante el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo

Si alguna sensación hay en el Perú en estos días, no solo es la del frío invierno, sino también del vacío de poder. Parece que estuviéramos en un bote sin nadie al mando, sin una mano firme que lo guíe. El enfrentamiento con el gremio magisterial en huelga ha terminado por desnudar al Gobierno pepekausista, con sus contradicciones y falencias.

Pero también nos ha mostrado las limitaciones del fujimorismo en la oposición. Embriagado en su papel de fiscalizador, limita su tarea a la crítica de los problemas, al control político, sin medir a quienes terminan haciéndole el juego; como en el caso de los maestros, en el que buscaron congraciarse con las dirigencias radicales, en una acción que contradecía su historia. Todo por aparecer enfrentado al Gobierno pepekausista.

Entonces, si al Gobierno le falta oficio político, no podemos decir menos de la mayoría opositora, que ha confundido su papel. Ser oposición no se limita a fiscalizar al gobierno, su condición de mayoría parlamentaria los obliga a mostrarse como alternativa. En el caso de la huelga magisterial, su mejor oferta fue la de otorgar facultades legislativas al Ejecutivo, sin ser capaz de mostrar una propuesta de solución al problema. “Hemos decidido que ellos decidan” fue lo que dijo una congresista fujimorista como explicación.

Y ese es el drama de la hora actual. Un Gobierno sin oficio político, y una oposición embriagada en su papel fiscalizador. Ambos dejan un vacío que peligrosamente los ciudadanos buscarán llenar.

Hay mucha irresponsabilidad tanto en el pepekausismo como en el fujimorismo. El oficialismo, no siendo suficiente los errores que comete, tiene además una bancada parlamentaria dispersa, en la que quienes no son del partido actúan lealmente con el Ejecutivo. Y los que se reclaman miembros del partido parecen de la oposición, reclamando para ellos como parlamentarios un papel fiscalizador.

El Gobierno y la mayoría opositora están jugando a la democracia, enredados en sus disputas por el poder, sin preocuparse por los problemas reales de los ciudadanos. Y sin darse cuenta de que en medio de esa confrontación, están dejando un peligroso vacío.

Una regla del mundo político, es que los vacíos se llenan. El presidente Kuczynski debiera ser consciente de ello. Pero la señora Fujimori también. Están jugando con el país, y eso puede traer graves consecuencias. Están advertidos.

 

Juan Carlos Valdivia