Los retos del Cateriano conciliador

Titular de la PCM le ha devuelto al gobierno la autoridad que había perdido.    

El señor Pedro Cateriano ha sorprendido a todos. Atrás quedó el ministro sectario y termocéfalo. Hoy, al frente del Gabinete Ministerial, hace lo que corresponde: dialogar con amigos y enemigos, con cómodos e incómodos. Si bien confiesa en público que la reunión con García fue la más difícil, dice mucho de él que haya ido a visitarlo. De estar arrinconado en una suerte de mundo paralelo en la cartera de Defensa, hoy demuestra que es un político de fuste y que, ciertamente, sabe que los vientos soplan en contra del gobierno al que representa.

Así, en esa correcta línea de acción, le ha devuelto al gobierno la autoridad que había perdido. Su discurso a favor de los grandes proyectos, como Tía María, y el emplazamiento a los fiscales para que procesen a los violentistas que bloqueen las carreteras, ha conseguido sus primeros frutos. Cateriano, lejos de jugársela por el proyecto cuprífero, llamó la atención al Poder Judicial y al Ministerio Público. “Exhorto al presidente del Poder Judicial y a la Fiscalía para que apliquen la Constitución y la ley”. Bastó esta sola declaración para que el Estado se reactive en la zona y se detenga a Jesús Cornejo, uno de los más visibles promotores del paro en Islay, justo cuando él y sus huestes se disponían a tomar la Panamericana Sur, cerca al sector El Fiscal. Lamentablemente, hacer que en el Perú se respete la constitución (Art. 2.- “Toda persona tiene derecho a transitar por el territorio nacional”) es ir contra la corriente; y que Cateriano se imponga a esa pose contraria a la democracia lo legitima aún más.

Y si bien el titular de la PCM ha entendido que el conflicto en la zona es tal por la desinformación que alientan los antimineros, confundiendo los EIA respecto al uso de las aguas (que no serán las del subsuelo, sino las del mar), su principal reto será convencer a los peruanos del Valle del Tambo que el Presidente, igual que ellos, se opuso al proyecto en campaña sin tener a la mano las correcciones que se hicieron, ya durante su gobierno, respecto a probables impactos negativos a la agricultura en la zona. Ha hecho bien el premier en señalar a las ONG que reciben dineros del extranjero “con propósito caritativo, pero lo utilizan para bloquear inversiones, para atentar contra el progreso económico”. Va a ser de lo más interesante escuchar las denuncias de Cateriano —y así reorienta a la DINI para hacer un trabajo serio— contra los que, disfrazados de políticos con una paupérrima intención de voto, practican un boicot sistemático contra la riqueza de los peruanos. Solo basta revisar las revueltas contra la inversión, para advertir que en ese grupúsculo confluyen desde Arana y sus hordas, hasta el Movadef.

Cateriano, recordemos, asumió el premierato rodeado de los fantasmas que anunciaban una probable segunda censura al Gabinete, con lo cual la disolución del Congreso quedaba en manos del Presidente. Hoy, luego de los acercamientos que ha conseguido con la oposición, tal escenario fantasmagórico se ha esfumado. Sin embargo, de lo que el Cateriano conciliador se debe cuidar, por lo menos de aquí al voto de confianza, es del lenguaje y los gestos del mismísimo Presidente Humala. Ya lo de 'jauría de cobardes', que ha dejado a la oposición con la sangre en el ojo, casi le despinta el tono civilizado que ha venido manteniendo con toda la clase política. Ya habrá advertido —porque tonto no es— que el tono presidencial será aún más confrontacional y áspero, conforme pasen los meses y la campaña se siga desatando. Y debe saber (o recordar) que la obsesión de Palacio en apuntalar la candidatura de Nadine Heredia al Congreso podría llegar a ser descontrolada en el último año del gobierno. Por tanto, el reto de Cateriano ya no está en el voto de confianza, sino en ser un celoso vigilante de la gobernabilidad, que puede estropearse por eventuales desaciertos de quien, paradójicamente, lo designó como jefe del Consejo de Ministros.

Por Jaime Chincha Ravines
17 - Abr - 2015