Juan Carlos Valdivia

Los protagonistas

Los protagonistas
Juan Carlos Valdivia
21 de marzo del 2016

Sobre los errores de los medios de comunicación

Hace unos días, en una importante radio, entrevistaban a un representante de uno de estos organismos de cooperación técnica, es decir, aquellos que financian actividades de ONGs. Lo hacía a nombre de algún colectivo, y anunciaba un debate entre los candidatos presidenciales y reclamaba que ellos asistieran. En caso de ausencia, advertía, serían reemplazados por monigotes.  Para discutir democracia, se trataba de un pedido autoritario. Los candidatos tenían que ir porque así lo habían decidido ellos en su colectivo, y de no asistir serían materia de burla y escarnio. Estos organismos que financian estas actividades, ¿serán conscientes de la falta de respeto y de las maneras autoritarias de sus representantes?

Las elecciones muestran estas prácticas autoritarias provenientes desde la sociedad civil. Son organizaciones que buscan protagonismo antes que colaborar en profundizar la democracia.

Es lo mismo que sucede con los medios de comunicación. Los reporteros ya no están para reportar los hechos de la campaña. Acompañan a los candidatos, no para transmitir sus discursos ni sus propuestas. Lo hacen para preguntarle sobre la anécdota: “XX dijo tal cosa. ¿Cuál es su opinión?” o “”YYY ha dicho que usted ZZZZ. ¿Qué le quiere responder? No hay forma de escaparse de los reporteros cizañeros, que buscan el titular generando confrontación. Si el candidato decide no declarar para no exponerse a las preguntas banales, entonces surgirá el espíritu gremial que reclamara por el desplante. Los reporteros ya no reportan, son protagonistas.

Hace unos días, Hugo Coya planteaba este problema de los medios de comunicación donde lo escandaloso prima antes que lo noticioso. ¿O tener a Daniel Urresti como entrevistado, que se la pasa insultando a los otros candidatos, no es más interesante que un debate entre técnicos sobre planes de gobierno? El rating puede ser importante, pero no puede determinar la parrilla periodística.

Entre los problemas a resolver para mejorar nuestra institucionalidad, el tema de la precarización de los medios de comunicación debería ser prioritario. Hoy el papel de editores lo cumplen las redes sociales, entonces una imagen que se viraliza o una denuncia sin pruebas pero con muchos “likes” saltan inmediatamente a la televisión por cable o las páginas de los diarios. Ahí, presentadores de noticias con ínfulas de periodista de investigación, hacen afirmaciones e interpelan sin haber cumplido con las reglas básicas del periodismo. Pareciera que el control mínimo de calidad ya no existe, solo la premura por no perder la supuesta primicia.

¿Hasta cuándo se tolerara esta situación que solo afecta a nuestras instituciones democráticas?

Por Juan Carlos Valdivia

 
Juan Carlos Valdivia
21 de marzo del 2016

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