Lo deseable y lo posible

El diálogo entre PPK y Keiko Fujimori era un necesario primer paso

Yo también deseaba y prefería que la cita entre PPK y Keiko Fujimori se realice en Palacio de Gobierno, a consecuencia de una invitación directa del presidente a la lideresa de Fuerza Popular (algo que no hizo en su mensaje a la nación de la semana pasada). También anhelaba que en dicha reunión solo estuvieran dos involucrados, y que existiera una agenda de prioridades nacionales y reformas. Y que luego se dé paso a una segunda cita entre ministros y algunos congresistas oficialistas con técnicos y también legisladores fujimoristas, para precisar las urgencias y plantear soluciones inmediatas en diferentes sectores y que permitan darle velocidad a diferentes cambios y medidas.

No me siento representado en la foto donde aparecen el presidente y la señora Fujimori rezando en una capilla junto al cardenal Cipriani porque no practico ni creo en el catolicismo. Todo lo contrario, tengo críticas y dudas respecto a la prédica y el comportamiento de la iglesia católica en el Perú y el mundo. Y también porque constitucionalmente somos un Estado laico.

También aspiro a que lo acordado por el oficialismo y Fuerza Popular tenga un alcance mayor logrando la adhesión y el compromiso del resto de organizaciones representadas dentro y fuera del Congreso de la República. Y también deseo que el Perú vuelva a los mundiales de fútbol y que la U campeone todos los años.

No sé a quién se le atribuye la frase (Aristóteles, Maquiavelo, Bismark o Churchill), pero es totalmente cierta: “la política es el arte de lo posible”. Y no de lo deseable necesariamente. Y es eso lo que tenemos entre manos. El presidente y la líder de la oposición han encontrado en la iniciativa de Cipriani la alternativa más próxima y viable para reunirse y lograr lo que no se logró desde junio de este año. Es más, si me apuran diré que es el formato y la condición (no explícita, imagino) que Keiko necesitaba para aceptar la cita.

Quienes se siguen dando de cabezazos contra la pared denostando la mediación de Cipriani, la oración en su capilla, de que fue en la casa del cardenal, etc., pierden de vista que la otra opción era nada, cero. Que por tanto la opción de este temprano enfrentamiento que nos lleva a la nada y a la suma cero termina siendo perjudicial para el Perú entero; pues todos, sin distinción, perdemos.

La reactivación económica tiene que encontrar su curso de inmediato, la caótica situación de la salud pública no puede continuar más, la clase política está obligada a poner la estrategia de lucha contra la inseguridad como política de Estado, el proceso de reforma educativa tiene que continuar con mejoras (respaldando la gestión de la señora Martens), es momento de darle luz verde a la reforma del sistema político, etc.

El reto está en el futuro inmediato. La cita del lunes pasado debería no solo poner paños fríos y bajar una presión desbordada. Eso sirve, pero es insuficiente. El siguiente paso, efectivamente, es fijar una agenda mínima de decisiones y acciones conjuntas, y en buena fe, abordar los temas de urgencia nacional. Si esta reunión trata únicamente de un compromiso de no agresión o de no bloqueo mutuo es poco lo que se podrá avanzar; y para variar, todo quedará en simples buenos deseos. El Perú necesita avanzar. Y rápido.

En cualquier caso, un buen deseo de mi parte es que ustedes, amigos lectores, pasen unas felices fiestas.

Por: Mario Saldaña C.

@msaldanac