Iván Arenas

Las empresas brasileñas y el círculo de la corrupción

Las empresas brasileñas y el círculo de la corrupción
Iván Arenas
22 de febrero del 2017

Pagaron millones también a políticos de las regiones y provincias

Luego de la Segunda Guerra Mundial, Occidente —con los Estados Unidos a la cabeza— decidió que debía diseñar un plan para la reconstrucción de la Europa devastada. Aquello se llamó el Plan Marshall e iba en contra de los objetivos de Stalin y la URSS. Desde Moscú se decidió entonces que todos los partidos comunistas de Occidente (sobre todo en Francia y Alemania) se opongan férreamente a la ejecución de Plan Marshall. Siempre desde Moscú.

¿Por qué el preámbulo? Por una sencilla razón. Desde Brasil, con el gobierno del PT a la cabeza, se decidió en el Foro de Sao Paulo que los países sudamericanos debían ser gobernados por la izquierda desde las ánforas. ¿Quiénes iban a pagar los costos de tamaño proyecto geopolítico? Pues las empresas brasileñas. Aquello era un doble negocio: primero porque la izquierda tomaría el poder por una vía absolutamente democrática; y segundo porque, luego de ganar las elecciones, las empresas brasileñas recuperarían su inversión.

De allí que la trama de corrupción de las empresas brasileñas en el Perú no solo abarca a políticos y funcionarios a nivel nacional, sino también a nivel regional o local. También participaron sectores de la sociedad civil, periodistas, asociaciones sin fines de lucro, frentes regionales, operadores políticos locales y movimiento regionales políticos.

Pongamos un ejemplo. Es casi seguro que Odebrecht estuvo detrás de las protestas de los frentes de defensa del Cusco, Apurímac o Ayacucho, de la sociedad civil regional y de los medios de comunicación y periodistas locales y también nacionales para la construcción del Gasoducto Sur Andino. Bastaba con pagar a un par de operadores políticos locales para que una vieja demanda se ponga en agenda nacional y de allí se pueda hacer realidad. Es decir, Odebrecht y otras empresas brasileñas estuvieron siempre detrás de todas las protestas.

Pongamos otro ejemplo. Ahora sabemos que la construcción de la Carretera Interoceánica Sur nunca fue un negocio rentable para el Perú. Pero algunos medios de comunicación y frentes regionales levantaron el tema, e incluso hubo alguno que otro paro en las regiones del sur. ¿Quién financió todo aquello?

Las empresas brasileñas tenía un rol, pero también querían ganar a cualquier costo. Pagaron millones no solo a políticos con influencia nacional, sino también a políticos de las regiones y provincias. Esperemos saber también sus nombres.

Por Iván Arenas

Iván Arenas
22 de febrero del 2017

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