La Victoria en bancarrota

Su Municipalidad ha perdido todo su patrimonio y no puede ser reformada 

En una reciente lista de los 100 contribuyentes con mayor deuda, publicada por SUNAT, resaltan 7 municipalidades provinciales y distritales, además de algunos organismos estatales y gobiernos regionales. En el puesto 27 figura la Municipalidad de La Victoria con una deuda de 180 millones de soles. 

Cuando una empresa privada no puede honrar sus deudas se puede someter a un procedimiento regulado por INDECOPI, en el que éste convoca a los acreedores para estudiar la viabilidad de la empresa. El resultado de este procedimiento concursal puede condicionar el apoyo de los acreedores a cumplir las metas propuestas por estos o a la liquidación ordenada de la empresa si ésta es inviable. En el sector público no existe ningún procedimiento que permita a sus empresas o corporaciones resolver sus problemas estructurales y modernizar sus administraciones. La gran reforma fue la privatización del sector público en la década de los noventa. 

La Municipalidad de La Victoria está quebrada, ha perdido todo su patrimonio. Si fuera una empresa privada ya estaría liquidada. Sin embargo, las municipalidades no quiebran, aunque si colapsan. Sobran ejemplos en que toneladas de basura se acumulan sin tener recursos para recogerla, parques secos y mal mantenidos, trabajadores impagos, enormes deudas acumuladas por años sin poder ser honradas. No estamos tomando en cuenta la ejecución de obras (se necesita 225 millones para reparar las pistas del distrito).Y no me refiero a la actual gestión, que ha mejorado notáblemente los índices de cobranzas de sus arbitrios y del impuesto predial. 

A la SUNAT se le debe 180 millones, a las AFP 90 millones, una deuda de 3 millones a la Caja Metropolitana de Lima se ha convertido a lo largo de los años en 180 millones (tienen embargado el mercado de frutas). al personal se le debe 40 millones y a proveedores 10 millones. Total: la MDLV debe la exorbitante cifra de 500 millones de soles. 

Pero gracias a la ley 28411 o la ley general del presupuesto, también llamada la ley del “perro muerto”, los juzgados no pueden embargar más de lo que el Consejo Municipal aprueba en su presupuesto anual (este año el Consejo victoriano aprobó solo dos millones para atender los embargos judiciales). 

Lo realmente preocupante es el costo burocrático: 285 pensionistas de la ley 20530 cuestan 6.5 millones al año. (S/. 1,866 por cada jubilado). La Victoria es el distrito con mayor carga de pensionistas del Perú. Tiene además 263 obreros que cuestan 12’700 millones al año (S/.4,023 cada obrero al mes); 113 empleados a razón de S/. 3,265 cada uno hacen un total de 4’428,000 al año. 

La planilla estable es de 24 millones de soles al año, más otros 24 millones por honorarios a personal contratado no estable, total: 48 millones. Sumemos otros 12’ millones por recojo de basura y tenemos gastados mas del 90% del ingreso solamente en ambos rublos. Por supuesto que no hay plata para ninguna obra. 

Se presentaron 13 candidatos en las elecciones pasadas y no escuchamos ni una palabra sobre la reestructuración administrativa del municipio. Resulta desproporcionado que 263 obreros cuesten mas de 4,000 soles mensuales cada uno, o un millón mensual. Estos trabajadores, en su mayoría mayores de 60 años, no pueden ser liquidados por falta de dinero. Se requeriría 60,000 soles por persona para pagarles sus beneficios sociales. Con una inversión de 16’ millones de soles, se les liquidaría y luego serían remplazados por nuevos obreros a un costo de 1,500 soles mes. 

Esta reestructuración laboral, solo en caso de los obreros, supondría un ahorro anual de 8’ millones de soles con los que en dos años se podría pagar el importe usado en las liquidaciones. 

La municipalidad actualmente no es sujeto de crédito, por lo que una reestructuración es imposible. Es lamentable que no se debata ninguna reforma que permita crear un organismo que facilite la modernidad de las municipalidades. A nosotros, en Gamarra, nos concierne sobremanera ya que el municipio es nuestro “gerente”. Pido disculpas por la cantidad de cifras mencionadas  pero de su análisis se comprenderá el por qué de su importancia y de nuestra impotencia. 

Guillermo de Vivanco Roca Rey
23 - oct - 2014