La traición del dirigente social

Sobre la indolencia de los gobiernos regionales y locales ante la población

Estoy  en Huamanga. En unas horas partiremos a Huancavelica con los dirigentes de la Federación Agraria de Ayacucho  (FADA) y vamos a tomar contacto con los dirigentes campesinos de las macro regiones sur y centro para organizar un diálogo con los candidatos a la Presidencia de la República. Los agricultores están ávidos de conocer las propuestas sobre política agraria.

El viaje está retrasado porque asistimos a la movilización de los comuneros  de Uchupampa, donde se construye el ducto de gas para Huamanga. Los comuneros han paralizado las obras con bloqueos de camino desde el sábado pasado reclamando al gobierno regional que cumpla sus compromisos de realizar varias obras en la comunidad.

Los comuneros,  increíblemente, desconocen el contrato suscrito por la anterior junta directiva de Uchupampa; ya no quieren proyectos productivos en la comunidad; ahora, exigen dinero en efectivo, aproximadamente 5 millones de soles. La propuesta parte de sus jóvenes abogados que tendrán como honorario de éxito alrededor de 20% de lo obtenido en la negociación.

Las luchas y movilizaciones sociales se han convertido en un vil negocio desde que el dirigente  Pepe Julio Gutiérrez, del Frente Amplio exigiera a la empresa Southern Perú, 1 millón de dólares  (que él llamaba un millón de lentejas). Las masas campesinas ahora se movilizan por dinero, no por obras, ni servicio, menos por proyectos agropecuarios, eso para los opas (zonzos)

Esta obra vital para el desarrollo del centro y sur andino podría cancelarse debido a la improvisación de los gobiernos regional y nacional. Los campesinos no tienen información  y son utilizados políticamente en las elecciones y abandonados a su suerte cuando requieren la presencia de sus autoridades.

Primero, fue el sentenciado Wilfredo Oscorima del partido del Sr. Acuña, el candidato que contrata políticos y anuncia que sus partidarios tendrán “plata como cancha”. Lo real es que la improvisación, corrupción y frivolidad, son las características de los gobiernos regionales en todo el Perú.

El MEM, es un ente autista, parece, que solo existe para mantener el precio alto de la gasolina a pesar de la baja del barril del petróleo. No les interesa promover la masificación del gas en las regiones, esta indolencia frente a los conflictos sociales se debe a su lógica netamente exportadora del gas de Camisea.  

El ducto de gas en Huamanga permitirá la masificación del gas vehicular y domiciliario en Huamanga. La cámara de comercio ayacuchana, la Universidad San Cristóbal de Huamanga, y las organizaciones agrarias y sociales demandan la creación de un parque industrial que diversifique la economía regional convocando inversiones nacionales y extranjeras.

Pero, no solo Ayacucho, Huancavelica, Junín, Andahuaylas,  también se beneficiarán con la masificación del gas. Es la oportunidad para iniciar una nueva época de transformación de la economía macro regional. No olvidemos que la región sufrió la alucinación senderista que confundía a los comuneros como parte de la estructura feudal opresora.

¿Qué hacer frente tanta improvisación y frivolidad gubernamental? Los campesinos gritan en las calles de soleadas de Huamanga “el pueblo unido jamás será vencido”, “gobierno regional cumple tu promesa”.  Este pequeño conflicto puede paralizar el progreso de una región. Nadie toma las cosas en serio. En Lima se preguntan porque se alzan los “cholos”. Simple compañero, no tenemos elite o está escondida y  avanzamos al gobierno de la oclocracia.

Por Tino Santander Joo

*Fotografía: MALDEOJOfotos