Alan Salinas

La tradición china en la vida peruana

Trajeron su forma de ver el mundo, sus costumbres y su gastronomía

La tradición china en la vida peruana
Alan Salinas
09 de agosto del 2018

 

En una de las corrientes de la teoría sociológica se sostiene que las cotidianidades generan —a través del tiempo— estructuras mentales y sociales que aportan a un determinado territorio, conformando instituciones e identidades. Por otra parte, quienes han estudiado los mestizajes sostienen que jamás ha existido pureza de identidad. Tenemos de inga y de mandinga, dijo alguna vez Ricardo Palma, de origen también afro. Siempre fue —como afirmó el viejo Marx— “unidad en la diversidad” o historias tras una historia.

Dicho esto, podemos afirmar que el Perú —a través de su vida virreinal y republicana— ha tenido en su forma de ser y concebir la sociedad y la cultura influencias bastante notorias. La tradición China es parte de ella. Llegados a mediados del siglo XIX, ya empezada la vida republicana, en reemplazo de la mano de obra africana, los chinos trajeron consigo no solo su mano de obra para las grandes haciendas de Lima y el norte del Perú; trajeron también su forma de ver el mundo, sus costumbres y su gastronomía.

En esta tradición, el arroz (que tanto apetecemos hoy, y que forma parte indispensable de la mesa peruana) tuvo un rol protagónico. Fueron los chinos quienes —no habiendo costumbre en el Perú por dicho cereal— quienes solicitaron a los hacendados tenerlo dentro de su dieta diaria. Era parte de su “contrato”. Al principio se importaba dicho producto; posteriormente se comenzó a sembrar. Con esto no quiero decir que sea el único factor en el gusto de los peruanos por el arroz, porque hay en juego otros elementos. Pero evidentemente los chinos pusieron su granito de arena en esa preferencia.

A ello agregamos que de 1930 en adelante (como señala el antropólogo Rodríguez Pastor) comenzaron a tener presencia, y luego a proliferar los chifas en Lima y en el resto del país. En esos lugares se mezclaron productos y sabores peruanos y chinos. Cuenta Rodríguez Pastor que dicho inicio se dio cuando, antes de ser libres, celebraban los orientales radicados en el Perú celebraban su año nuevo chino. En dicha fiesta la costumbre fue compartir con los indígenas y afrodescendientes la comida, llamándose chi fan (o comer arroz). Así se volvió popular con el tiempo; y no solo eso, sino también por los negocios de los chinos ya libres. En la actualidad, el chifa (de tradición china con asimilación de elementos peruanos) ha venido a conformar parte de nuestra cotidianidad,. No solo se va a los chifas a comer, sino también a celebrar o encontrarse con los demás.

Tradicionalmente, se ha concebido a la identidad peruana desde lo militar, desde las botas y la escarapela. Vale decir, desde lo tutelar. Sería bueno que se comience a resaltar la enorme contribución china a nuestra identidad peruana a través de la gastronomía, del placer cotidiano, de su integración positiva y de su encuentro con nuestra forma de ver la vida.

Es lo que corresponde en el bicentenario de la independencia.

 

Alan Salinas
09 de agosto del 2018

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