Jorge Morelli

La tenaza

La tenaza
Jorge Morelli
08 de octubre del 2014

¿Cómo quedó el Perú atrapado entre la fragmentación política y la corrupción?

La existencia de líderes locales con vínculos en actividades non sanctas es un fenómeno que data de décadas atrás. Pero su multiplicación exponencial en los últimos años es un fenómeno distinto, producto de la confluencia de dos hechos políticos que lo hicieron posible.

Es una tenaza. Uno de sus brazos es la falsa descentralización, ese fracaso monumental que hemos llamado regionalización.

Luego del fracaso de las regiones del primer alanismo, posterior a las corporaciones de desarrollo de Belaunde, era obvio que hacía falta un diseño cuidadoso de la división de funciones entre los niveles de gobierno local, regional y nacional. Esto nunca se hizo. El traslado masivo de responsabilidades a las regiones fue hecho pensando en el beneficio político. Este es el legado de Alejandro Toledo (y de su entonces ministro de Economía, PPK).

El traslado por el segundo alanismo de recursos presupuestales masivos a esas mismas regiones plagadas de problemas institucionales mal resueltos puso, encima de lo anterior, enormes cantidades de dinero a su alcance.

El segundo brazo de la tenaza fue y es la ley de partidos políticos vigente, también del gobierno de Toledo, la Ley Pease. Facilitó enormemente la creación de movimientos regionales mientras cargaba de requisitos a la creación de partidos nacionales. (Claramente, la solución era y es que, muchos o pocos, los requisitos fueran los mismos. Pero la izquierda creyó que le convenía la asimetría. La ironía deprimente para ella es que, del nicho regional que hizo suyo, no la botó al cabo ninguno de los partidos con que sostuvo por décadas una lucha política, sino la corrupción).

El hecho es que el resultado fue la multiplicación exponencial de los movimientos políticos regionales.

Ahora mire usted la tenaza en acción. Mientras un brazo puso a disposición de las regiones recursos públicos en montos nunca antes vistos (y un dudoso marco legal para su administración sin fiscalización alguna), el otro brazo puso al alcance de la corrupción un mecanismo fácil para hacerse del poder regional y, por lo tanto, del control de los recursos públicos.

Y he aquí al Perú atrapado hoy por la tenaza que la corrupción no dudó en asir. Y todavía nos preguntamos cómo pudo pasar esto.

Por Jorge Morelli
8 - oct - 2014

Jorge Morelli
08 de octubre del 2014

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