La situación de excepción

¿Para qué pide facultades legislativas del gobierno, a casi un año de retirarse?

Estamos de vuelta en el temido escenario que no se había presentado en más de veinte años: aquel en que el gobierno pierde la mayoría parlamentaria a manos de la oposición.

Es la situación de excepción.

Solo que, en el escenario de hoy, la oposición es la que está salvando al país de los extravíos de un gobierno sin rumbo.

Repetiré nuevamente lo que vengo advirtiendo desde hace años: la nuestra es una democracia de baja gobernabilidad porque carece de equilibrio de poderes. La democracia es el sistema de gobierno que debería asegurar la gobernabilidad, especialmente cuando el gobierno no cuenta con la mayoría parlamentaria. Pero, en el Perú, no habiendo equilibrio de poderes, esta situación de excepción no está prevista y la gobernabilidad depende entonces de quien tenga la mayoría parlamentaria. En este caso, de la oposición.

Es en realidad la oposición la que debería estar planteando al gobierno, entonces, la agenda política del año que queda por delante. Pero he aquí al gobierno intentando poner a la oposición contra la pared haciéndola responsable de la pérdida de la gobernabilidad si no le otorga facultades para legislar. Bajo extorsión, incluso, insinuando que podría disolver el Congreso si no le son concedidas. La ambigüedad de las declaraciones del Presidente, del Premier, del ministro de Justicia y de un parlamentario allegado a Palacio al respecto es evidentemente deliberada.

Lo surrealista es que el gobierno solo dispone de un año para usar esas facultades y no explica exactamente para qué las quiere. La oposición va a obligar al Premier a detallar esto la próxima semana con dolorosa minuciosidad en el Congreso.

Pero considere lo siguiente: el ministro de Economía se queja penosamente de que sus normas para reactivar esperan desde hace meses en el Congreso. Pero el hecho es que no han sido puestas a debate por la propia bancada de gobierno. La Mesa Directiva y cada una de las comisiones del Congreso que debían aprobar los paquetes de normas del Ejecutivo son presididas por parlamentarios del partido de gobierno.

Nada le habría impedido al gobierno, además, legislar por decretos de urgencia si realmente tuviera tanta premura.

Esa es la prueba de que en realidad esconde otro propósito. Su pesadilla es que ve venir inexorablemente la pérdida definitiva del control de la agenda política del país junto con la Mesa Directiva del Congreso, en julio próximo. Y cree poder usar las facultades para zafarse de la situación de excepción en un último y desesperado intento de recobrar el poder que dejó escapar cuando perdió la mayoría parlamentaria.

En realidad, es un espectáculo penoso.

Por Jorge Morelli (@jorgemorelli1)
06 - May - 2015