Jaime Chincha

La política como negocio en agenda

La política como negocio en agenda
Jaime Chincha
21 de agosto del 2015

Nadine manda, gasta y planifica. Falta investigar origen y movimiento de tanto dinero

Nadine Heredia atraviesa el momento más difícil de su carrera política. Sus cuatro agendas personales, reveladas por el programa “Panorama”, transparentan ante el país sus movimientos de dinero: dónde lo pone, cómo lo distribuye y algunas pistas de su origen. Difícil, complicado, azaroso y bien peligroso negar tu propia letra; que es lo que ha hecho la señora desde que se anunció el reportaje de Marco Vásquez. Su estrategia de defensa, que ha ido cambiando del domingo hasta hoy, se sostenía inicialmente en negar todo; las agendas y uno o dos peritajes que le hubiesen dado sustento a su negación. De lo “trucho” se ha pasado a lo “contaminado”, en palabras de la presidenta nacionalista que, a estas horas, debe estar maldiciendo el robo y la consiguiente difusión de estos documentos. Así que, el retroceso de Nadine –y sobretodo el de sus ayayeros, que negaron rabiosamente la publicación hasta que la vieron al aire– lo primero que nos grita es una sola cosa: ¡esas agendas son de Nadine y de nadie más!

Peor aún, que ella se niegue a un peritaje no hace más que reafirmar la autenticidad de las agendas, y que lo escrito allí es de su puño y letra. De lo contrario, Nadine hubiese podido matar el tema el lunes a primera hora, haciendo el anuncio durante la llamada que le hizo a Rosana Cueva al cierre de su programa dominical. “Nos vemos mañana a primera hora en el perito Fulano y, si quieres, también con el perito Mengano; me someteré a todos los peritajes que me pidas; lleva tus cámaras”, hubiese dicho si tuviese la razón y la verdad de su lado, quedando mejor que Paniagua cuando trituró a Lúcar por teléfono. Pero no. Al lado de Nadine, hasta Toledo se recuerda creíble cuando intentó imitar el descargo palaciego con Carlos Espá. Así, la señora se niega a cualquier prueba grafológica, haciendo que las dudas se extiendan sobre ella y el contenido de las agendas se valide aún más frente al ojo público, perjudicándola tremendamente.

¿Qué es lo primero que nos debe interesar de estas agendas? Los más de 5 millones de dólares que ella administró como quiso entre el 2009 y el 2012. ¿Cuáles son los delitos que podrían haberse cometido con solo revisar los movimientos de las agendas? Lavado de activos, defraudación tributaria e incluso asociación ilícita. Nadine no ha podido, hasta hoy, acreditar el origen de todo ese dinero; tampoco ha presentado (o se desconoce) una declaración de impuestos que incluya los montos que allí aparecen; y por lo que se advierte son Ilan Heredia y Rocío Calderón quienes movían los dineros a criterio de Nadine. Algo grave que deja la revelación de las agendas es que las acciones de amparo presentadas por su defensa (el abogado Roy acaba de ser ampayado en las fiestas de la familia Sánchez Paredes) tenían como fin esconder estas movidas; quizá lo que se sabe hoy es solo una parte de algo mucho más grave y escandaloso para la jefa nacionalista. Mientras más tiempo deje crecer este escándalo, como parece tener planeado, más razones les dará a sus adversarios para seguir ahogándola en el cada vez más agitado mar electoral. Porque no vaya a ser que las agendas terminen escribiendo el ‘Waterloo’ humalista que les deje una bancada de cuatro gatos en el próximo Congreso, dejándolos a merced del juicio político de apristas y fujimoristas. 

Queda conocer formalmente el origen del dinero que ha recibido la presidenta del partido gobernante y que se revela en las cuatro agendas, hoy en manos de la Fiscalía. Los indicios de los últimos años apuntan al financiamiento chavista. Toledo habló en marzo último de una valija enviada por Chávez en el 2006, ¿no recordará otros envíos hechos desde Venezuela como el que habría coordinado Ilan Heredia en Bolivia, según se revela en una de las agendas, además del que llegó desde Brasil en el 2011, los aportes de la minería informal y de los cocaleros? Resulta pues incalculable conocer la cantidad de dinero que recibió y administró la señora Heredia, alzando las banderas del humalismo, de la izquierda y del socialismo del siglo XXI. En otras palabras, el cuento de la vida revolucionaria y la lucha de clases es un negocio muy rentable, aunque despreciable para nuestra política.

Por: Jaime Chincha Ravines

Jaime Chincha
21 de agosto del 2015

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