Daniel Córdova

La pobreza del crecimiento

La pobreza del crecimiento
Daniel Córdova
24 de febrero del 2016

Proceso electoral y desempeño económico

El crecimiento a fines de 2015 fue mayor que el esperado y por unos meses se mantendrá así. Ello confirma lo que anunciamos hace un par de meses en esta columna (El Montonero 23.12.15): las tendencias económicas no están influenciadas por el proceso electoral. Si la dinámica del sector privado tiende a un mayor crecimiento, pase lo que pase (salvo un cataclismo sistémico obviamente), el PBI tenderá a expandirse. Si dicha dinámica es inversa, el PBI continuará su contracción.

La misma lógica se aplica a la relación entre crecimiento y políticas públicas, cuando tenemos a un gobierno pasivo en el marco de una situación de estabilidad relativa. La economía crece a pesar del gobierno. Es el llamado piloto automático. Es lo que creemos ha sucedido en el 2015: crecimos a pesar de la pasividad del Ministerio de Economía.

El Ministro Segura ha salido a congraciarse por haber ganado en su “pronóstico”, ya que se logró un crecimiento superior al 3%. La verdad es que se pasó dicha valla gracias a inversiones mineras de años anteriores que poco tuvieron que ver con la acción del gobierno. Por el contrario, si el Ejecutivo hubiese logrado que proyectos como Conga y Tía María salgan adelante en el año 2011 o 2012, las cifras de crecimiento serían aun mayores. Pero el Gobierno falló y el crecimiento fue menor por ello.

Peor aún, ahí donde el gobierno pudo impulsar la economía –por el lado de la inversión en infraestructura– también falló. Por un lado, la inversión pública cayó. Y el gobierno central se desentendió del asunto echándole la culpa a los gobiernos regionales y locales, cuando su papel debió ser de colaborar con ellos para que logren sus metas presupuestales. Por otro lado, las concesiones llamadas por concurso fueron escasas y las respuestas a las Iniciativas Privadas lentas e indiferentes. La pasividad de Proinversión ha sido desesperante.

Es indudable que para el grueso de peruanos lo que se ha vivido en el 2015 es un estancamiento. Como anotó Juan Mendoza recientemente, la manufactura no primaria y la construcción cayeron 2.6% y 5.9%, la inversión privada se contrajo en más de 5% y las exportaciones no tradicionales en 7.4%. Mendoza llega a cuestionar la metodología del cálculo del PBI y nos regala más cifras que serían incompatibles con un crecimiento positivo: los impuestos pagados por el comercio cayeron 3.6% (y el PBI comercio crece en 3.9%), las ventas de vehículos caen 16% (y el PBI transporte terrestre sube 1.5%) y así.

Mal haría el próximo Ministro de Economía de seguir con la tradición de los últimos 20 años, la del mimetismo y el riesgo cero. Mal haría en concentrarse en tener cifras equilibradas y desentenderse del impulso de proyectos de infraestructura y de la inversión en general. Mal haría en privilegiar su inserción laboral futura en la banca internacional a su compromiso con el desarrollo del país.

 

Por Daniel Córdova

 
Daniel Córdova
24 de febrero del 2016

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