La otra verdad

Después de leer el libro En honor a la verdad, de la Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú, me enfrenté a la otra verdad —la de las Fuerzas Armadas— que señalan a ese periodo de la historia peruana como la “época de la guerra contraterrorista” y no al “conflicto interno” como desatinadamente lo denomina la Comisión de la Verdad. Busqué a dos amigos oficiales del Ejército que habían combatido a Sendero y al MRTA, y luego de más de cinco horas de conversar resumo sus puntos de vista sin más preámbulo.

Le pregunté al coronel Ortiz y al comandante Vega, de las Fuerzas Especiales Antisubversivas, si ellos se sentían vencedores de la guerra contra la subversión? Ortiz me respondió: “Militarmente hemos ganado la guerra, pero políticamente hemos sido derrotados y nos tratan como enemigos del Perú. Cientos de oficiales están presos, muchos de los que combatieron a los terroristas no tienen pensiones dignas ni trabajo y, lo peor de todo, están señalados como violadores de los derechos humanos”. El comandante Vega añadió: “Después de 35 años se reabren procesos, acusaciones, infamias contra las Fuerzas Armadas. Pero ahí estamos defendiendo siempre al Perú, a costa de nuestras vidas e incluso de nuestras familias. No hay ONG de derechos humanos que nos defienda, nadie saca la cara por los soldados que protegieron al Perú del terrorismo”.

¿Por qué la Fuerza Armada no se defiende institucionalmente o se siente cómplice de la corrupción del fujimorismo? Les pregunto. Ortiz sonríe y responde: “Entonces tú crees el cuento de los malditos caviares, que quieren socavar a la única institución que integra al Perú. Los caviares y los enemigos de las FF. AA. han creado ese mito de que toda la Fuerza Armada es corrupta. Y eso es falso. El comandante Vega responde indignado: “Mira, hoy día hemos visitado el Museo del Ejército Chavín de Huantar. Tú has visto cómo se planeó y ejecutó la operación antiterrorista más exitosa del mundo, incluso, todos los comandos de las FF. AA. de otros países estudian esta operación militar de las FF. AA. peruana y solo una fuerza armada eficiente y con la moral en alto es capaz de ello”.

¿Ustedes se consideran una institución tutelar del Perú?, les preguntó. “¿Qué entiendes por tutelar?” me dice el coronel Ortiz. “Si tú crees que ejercemos tutela política, estás equivocado. Las FF. AA. protegen y amparan al Perú. Su razón de ser es la patria, por eso formamos a nuestros futuros oficiales con cursos especiales de montaña, sierra y costa, que los preparan para conocer su geografía, su historia y para cualquier eventualidad bélica interna o externa. Además, nosotros actuamos de oficio ante cualquier desastre natural. No te olvides de que fuimos la institución más importante que intervino en el último fenómeno de El Niño. El comandante Vega añade: “En el Perú se han invertido los valores. A quienes defendemos la patria se nos denigra, se nos encarcela, se nos humilla. Por último la patria se ha reducido a los pies de once jugadores de fútbol y a vulgares programas de TV que embrutecen a la juventud”.

Finalmente, me dicen, “que en tiempos de paz todos se olvidan de Dios y denigran al soldado, y en tiempos de guerra todos le ruegan a Dios y a los soldados para que los protejan”. He aquí la otra verdad. Y esperamos que la historia no se repita, ni como tragedia ni como comedia como decía el viejo Marx.

Tino Santander Joo