Giacomo Ugarelli

La oportunidad perdida: el debate vicepresidencial americano

La oportunidad perdida: el debate vicepresidencial americano
Giacomo Ugarelli
13 de octubre del 2016

Pence ha demostrado ser mejor candidato que el propio Trump

Muchos comentaristas políticos dan poca importancia a los debates vicepresidenciales, casi la mínima. Es decir, suceda lo que suceda en el debate, los electores no cambiarán su voto. Sin embargo, en unas elecciones tan importantes como la que tenemos con Clinton-Trump, cada voto cuenta y los pequeños detalles pueden marcar las diferencias, incluyendo el debate vicepresidencial.

Tim Kaine, político veterano, senador de Virginia y el candidato de Clinton, parece haber preparado su discurso detalladamente. Ambicioso —pero, como dicen los medios americanos, con demasiada “cafeína” en las venas—, salió con un tono apresurado, nervioso e interrumpiendo frecuentemente a su rival. Su objetivo: atacar la campaña de Trump. Pero claramente el perfil de un “pitbull político” no iba con Kaine, y su discurso terminó decepcionando a los demócratas y los votantes anti-Trump.

Por otro lado, el segundo de Trump, Mike Pence, gobernador de Indiana, superó las expectativas del público. Su experiencia radial durante la década de los noventa hizo que nos encontremos con un candidato seguro, paciente y de buen verbo. Dicho esto, parecería que Pence ha ayudado a la campaña de Trump; pero la realidad es diferente a lo supuesto. La estrategia Pence fue simple: lamentar la “campaña de odio” de Clinton y evitar salir ferozmente a la defensa de su candidato a la Presidencia. Este último punto es importante porque, a pesar de apoyar tímidamente la candidatura de Trump, Pence demostró no ser como su líder.

Entre muchos factores, Pence fue invitado a la campaña republicana para crear un balance de estilos: mientras Trump es directo en sus mensajes, Pence se convierte en el equilibrado y políticamente correcto. Pero es justamente este contraste de estilos lo que está afectando la campaña republicana. La frase “estas elecciones son diferentes”, que se repite cada cuatro años, tiene un valor importante en el 2016, ya que nos encontramos con un panorama en el que vemos a una importante parte de la población siendo más anti-Trump y anti-Clinton que simpatizantes de los candidatos a la presidencia.

Desde el debate vicepresidencial, y tras la reciente salida de unos videos controvertidos de Trump, muchos líderes republicanos empezaron a retirar públicamente su apoyo a Donald, pidiendo que renuncie para darle el espacio a Pence. Trump se negó y justificará su decisión de seguir en campaña por su mejor actuación (aunque derrota, al fin y al cabo) en el debate del domingo. Es más, uno de los momentos más sorprendentes del debate fue cuando Trump, equivocadamente, se distanció de la posición de Pence sobre política internacional.

Como dice la primera página del famoso libro Las 48 leyes del Poder de R.Greene, “nunca le haga sombra a su amo”. Pence hizo esto al crear demasiado contraste con su jefe, generando un “ojalá Pence fuese el candidato republicano”. Con tan solo un debate restante, Trump no solo tendrá que convencer a los votantes de que él es mejor candidato que Clinton, también tendrá que convencerlos de que es mejor que Mike Pence.

 

Por: Giacomo Ugarelli, MSc International Public Policy - University College London, profesor de Análisis Internacional UPC

 
Giacomo Ugarelli
13 de octubre del 2016

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