La OEA y su inaceptable intromisión

La verdad detrás de las desafortunadas opiniones de Luis Almagro

Ingresamos a la recta final de este accidentado proceso electoral. Los intentos de descalificarlo llegan inclusive del exterior del país, desde donde se ha afirmado que las elecciones en nuestro país “se desenvuelven en un sistema semidemocrático”. Esa aseveración viene de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, quien fue elegido con el voto peruano y, según dicen fuentes de la Cancillería, por coordinaciones del entonces embajador peruano en la OEA Juan Jiménez Mayor.

Como saben Juan Jiménez Mayor tuvo como subordinado a Julio Guzmán. Por eso el frustrado candidato se ha convertido en engreído de la burocracia de la OEA, y con un gesto lamentable está despotricando de nuestro país en el exterior. A ello se agregan las desafortunadas declaraciones de Almagro que ameritarían un pronunciamiento de los partidos políticos democráticos, ante el burdo intento de quitar legitimidad a nuestro proceso electoral.

No hay ninguna figura de fraude en nuestro país. Los funcionarios de la OEA podrían estar haciendo este tipo de comentarios acaso impulsados por aquellos que antes le otorgaron los votos para lograr los altos cargos que detentan. Esta OEA, silente ante los atropellos que día a día se suscitan en Venezuela, y que en su momento afectaron a Bolivia y Ecuador, ahora se vuelve locuaz para cuestionar el proceso electoral peruano.

En el año 1999 las condiciones eran distintas y se respiraba un ambiente de fraude: los políticos no tenían acceso a los medios, los organismos electorales no eran transparentes y el gobierno operaba electoralmente con ventaja y haciendo uso indebido de recursos públicos. Hoy no se puede hablar de fraude ni de una situación ilegítima. Los devaneos del presidente Humala y sus declaraciones insólitas resultan más anecdóticas que dañinas para el proceso electoral. De allí que llamen tanto la atención las declaraciones del señor Almagro quien, como he señalado, podría estar incurriendo en error empujado por las irresponsables ambiciones de un grupo de peruanos que no entienden el papel político que deben tener.

Juan Sheput

Fotografía: AFP