Elizabeth Zea Marquina

La meritocracia en la educación

La meritocracia en la educación
Elizabeth Zea Marquina
25 de agosto del 2017

Sin meritocracia no hay calidad educativa

 

Es errado sostener que la meritocracia va en contra de los fines de la democracia.  Todo lo contrario, no hay mejor ejercicio democrático del poder que aquel que recae en los que poseen capacidad y cualidades y que en mérito a eso, lo ejercen con responsabilidad.    No hay mejor incentivo para una eficiente gestión estatal, que el reconocimiento a las competencias y esfuerzos válidamente demostrados.  En el caso del servicio público de Educación,  la aplicación de criterios meritocráticos en la carrera magisterial,  forma parte de una estrategia para la mejora de la calidad del servicio.

En ese sentido la meritocracia en la educación pública genera un importante impacto no solo social sino económico en un país.  Influye en la productividad, en la inserción laboral, en la inclusión de estándares internacionales que promuevan la superación de brechas educativas de desigualdad y discriminación.  En la región, el Perú es el país que menos invierte en Educación.  Llegamos a un 3,8% comparado con Colombia, Chile, Brasil y Bolivia que tienen un margen de inversión entre el 4,55% y el 6,89%.

Sin embargo, la meritocracia no es bien valorada en nuestro sistema educativo. Hasta este momento, a pesar de los importantes esfuerzos legislativos, no hemos sido capaces de tener una política pública sostenible en el tiempo en un aspecto medular de la meritocracia como son las evaluaciones docentes.  Nuestra carrera meritocrática docente empezó de forma tardía en el año 2007 a partir de la creación de la acertada ley de Carrera Pública Magisterial, pero fue con la Ley de Reforma Magisterial donde comienzan los debates sobre las escalas salariales y su acceso a ellas que quedó de lado la importancia que conlleva las capacitaciones formativas de los docentes  que permitan identificar con claridad las necesidades de formación del profesor que posibilite incentivos a los docentes de desempeño sobresaliente.

En torno a las evaluaciones, el reclamo de los docentes se centra en la denominada Rúbrica de Observación de Aula que forma parte de la Evaluación de Desempeño Docente, la misma que es llevada a cabo por un observador certificado del MINEDU y tiene el valor del 50% de la nota final.  Se  evalúan desempeños como la gestion del tiempo del aprendizaje, acciones del docente para promover, el respeto en el aula, el interés y la participación del alumnado.   Sin embargo aún no se ha podido medir su impacto pues recien se estan aplicando este año.  Entonces cómo criticar algo que aún no se aplica?.

La meritocracia es crucial en la gestión educativa y debe dejar de ser objeto de critica insana que se presta a la manipulación de un pliego de reclamos que no busca mejorar el sistema, sino solamente estabilidad laboral a costa de la calidad educativa. 

Elizabeth Zea Marquina

 
Elizabeth Zea Marquina
25 de agosto del 2017

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