Juan Carlos Valdivia

La ley y la República

La ley y la República
Juan Carlos Valdivia
01 de diciembre del 2014

¿Por qué los peruanos creemos que estamos por encima de la ley?                            

En el debate sobre la economía informal se ha impuesto el criterio economicista respecto a que es el costo de hacerse formal el que empuja a los ciudadanos a constituirse al margen de la Ley. Esta premisa supone que los peruanos somos respetuosos cumplidores de la Ley y que en los negocios son los altos costos los que nos impiden cumplirlas. Entonces, ¿por qué no cumplimos la ley en tantos otros casos?

Lo que caracteriza a un sistema republicano es que todos los ciudadanos somos iguales ante la Ley. Pero este principio se rompe cada vez que, ante una situación frente a alguna autoridad, surge la pregunta ¿sabes quién soy yo? Es el momento en que un ciudadano se siente por encima de la Ley, ya sea por razones de reputación, de relaciones familiares o condición económica. Es cuando creemos que alguna situación personal nos pone por encima de la Ley, nos da cierto título de supuesta nobleza el tener un familiar con poder, ya sea político, social o económico.

Pero también nos sentimos por encima de la Ley cuando sabemos que no hay sanción por incumplirla. Sin castigo no hay incentivo para cumplir la Ley. Es lo que sucede todos los días en el caótico tránsito de nuestras ciudades. Choferes que voltean a la izquierda ahí donde hay un cartel que específicamente lo prohíbe, que recogen pasajeros donde no está permitido o conductores particulares que transitan por vías exclusivas para el transporte público. O los miles de transportistas públicos que siguen conduciendo sin pagar los miles de soles que tienen acumulados en multas. ¿Por qué cumplirían las normas si nadie les cobra las multas que les imponen?

¿Cuál es el incentivo a los millonarios mineros de Madre de Dios para que no sigan depredando la selva? ¿O a los explotadores ilegales de madera legalizan el origen de ésta comprando certificados falsificados? ¿Y por qué todos ellos creen que tiene derecho a vivir fuera de la Ley? Todos alegan, como el ambulante que invade las calles de Gamarra y Mesa Redonda en navidades, que tienen derecho a trabajar

En varios de estos casos no es el costo lo que impide cumplir la Ley. El peruano sabe que en las pistas del Perú se puede incumplir las normas de tránsito, pero que apenas cruza la frontera tiene que ser correcto cumplidor de la Ley. El minero de oro de Madre de Dios no puede alegar pobreza o falta de recursos para cumplir la Ley. Es simplemente la falta de un Estado con poder coercitivo, del imperio de la Ley en las ciudades o en plena selva.

¿Podemos tratar de ser una República o nuestro destino será ser permanentemente, como dice ayer Carmen Mc Evoy, “una república en transición”? Mientras no se transmita de generación en generación el civismo que nos haga a todos respetar la Ley, seremos un proyecto de República. Y habrá quien confunda el costo de ser formal, con la riqueza que se genera por ir al margen de la Ley.

Por Juan Carlos Valdivia

01 - dic- 2014

Juan Carlos Valdivia
01 de diciembre del 2014

COMENTARIOS