Dante Bobadilla

La izquierda en su delirio

No hay manera de que una empresa estatal resulte eficiente

La izquierda en su delirio
Dante Bobadilla
12 de abril del 2018

 

Si es verdad que la estupidez consiste en repetir una y otra vez la misma acción esperando un resultado diferente, entonces la izquierda es el sector donde se concentra la mayor cantidad de estúpidos. Digo esto porque los señores de Nuevo Perú pretenden cambiar la Constitución para que el Estado vuelva a tener un rol empresarial, ignorando las enseñanzas de nuestra historia y las evidencias que nos ofrece la realidad ahora mismo.

Definitivamente carecen de fundamentos racionales para su absurda propuesta. Deben sufrir algún tipo de deterioro mental que los hace incapaces de aprender de la experiencia. No hay otra explicación. Y son los mismos que viven repitiendo la trillada frase “un pueblo que ignora su pasado está condenado a repetirlo”. ¿Ignoran estos señores el rotundo fracaso de las empresas públicas heredadas del velascato? Los jóvenes lo ignoran, es cierto; pero bastaría con estudiar o darse cuenta de los niveles de eficiencia que tiene el Estado en los servicios públicos que maneja hoy. ¡Ni los congresistas de izquierda usan los hospitales públicos!

Los argumentos para volver al Estado empresario no pasan de la típica charlatanería: promover, garantizar, fortalecer, etc. Sin ese candado en la Constitución que impide a los demagogos crear empresas con dinero público, Ollanta Humala nos hubiera dejado su “aerolínea de bandera”, y hoy tendríamos que solventarla con nuestros impuestos; como ocurre con Aerolíneas Argentinas que hoy tiene un déficit de US$ 170 millones.

Si no fuera porque el Estado aún mantiene ese elefante blanco de Petroperú, Ollanta Humala no hubiera podido despilfarrar los US$ 5,500 millones que nos costará la refinería de Talara, pese a no tener petróleo; en cambio, carecemos de infraestructura básica que es mucho más urgente. La refinería de Talara, al igual que la “aerolínea de bandera”, solo es un capricho político basado en los delirios ideológicos propios de la izquierda.

Por su propia naturaleza, no hay manera de que una empresa estatal sea eficiente. Es un contrasentido que no se justifica, a menos que se trate de tareas no comerciales, como fue hace medio siglo la conquista del espacio, cuyo fin fue eminentemente político y militar, en medio de la Guerra Fría. Pero empresas estatales para cuestiones comerciales corrientes, para las que ya existen empresas privadas eficientes, no tienen ningún sentido. Están destinadas al fracaso, como ha ocurrido con las empresas creadas por Hugo Chávez y Evo Morales para fabricar autos, celulares y computadoras. Todas han quebrado y están paralizadas.

Es muy peligroso permitir la creación de empresas públicas en un país con tantos demagogos y corruptos carentes de escrúpulos para emprender delirios políticos con fondos públicos. Con el mismo desparpajo con que nos crean ministerios y organismos públicos inútiles, empezarían a crear empresas estatales y a llenarlas con sus recomendados. Estas empresas serían controladas por la mafia sindical que las paralizaría cada año hasta lograr sus gollerías; las decisiones no se basarían en el mercado sino en objetivos políticos, y el pueblo tendría que solventar las pérdidas cada año. Todo eso ya lo vivimos y lo vemos en los vecinos. Deberían meter presos o llevar al manicomio a quienes insisten en repetir ese disparate.

Tampoco hay que olvidar los ejemplos de PDVSA y Petrobras, empresas petroleras estatales solventes que, en lugar de servir para sustentar el desarrollo de Venezuela y Brasil, sirvieron para financiar a la mafia de izquierda enquistada en el poder y su régimen de corrupción. Ese es el escenario de las empresas públicas y, en especial, de la izquierda. Por todo esto, el proyecto de Nuevo Perú debería ser depositado en el tacho de basura sin mayor debate. Más aún, deberían poner más candados para impedir que los demagogos de turno tengan facilidades para crear más ministerios y organismos públicos.

 

Dante Bobadilla
12 de abril del 2018

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