LA INDIGNACIÓN SE LEVANTA

Todo el Cono Norte protesta contra el abusivo peaje

Miles de vecinos del Cono Norte se movilizaron contra la instalación del peaje de la empresa Rutas de Lima, paralizaron ese sector y estremecieron la ciudad. Los dirigentes de la zona —liderados por Pablo Reyes, de la Coordinadora Nacional de los Pueblos Unidos del Perú (CONAPUP), declaran “desde el mes de agosto denunciamos ante el Congreso la intención del alcalde Castañeda de implementar el contrato leonino firmado por la ex alcaldesa Susana Villarán y la empresa Odebrecht”. El asunto es que Rutas de Lima heredó el referido contrato firmado por treinta años que, según los impulsores de la protesta, atenta contra los intereses de tres millones de vecinos del Cono Norte, que abarca los distritos de Puente Piedra, Santa Rosa, Ancón, una parte de Carabayllo y el cono norte del Callao (Ventanilla y el nuevo distrito Mi Perú). Mientras tanto, Susana Villarán desde los Estados Unidos exige que Castañeda cumpla los contratos firmados con Odebrecht.

Donato Díaz, presidente de la zona industrial de El Zapallal. expresa: “Nosotros aquí no podemos movilizarnos de izquierda a derecha y viceversa, si no es pagando un peaje que atenta contra miles de vecinos pobres”. La abogada Giuliana Bustamante, denuncia que "en Ancón el peaje ha hecho que los pasajes suban y miles de familias de bajos ingresos se perjudiquen en su vida cotidiana".

Pero el transporte y pago de peajes no son los únicos problemas que levantan la indignación popular. Se agrega a esta situación el clamoroso desabastecimiento de agua potable. Máximo Carbajal, secretario general de Los Eucaliptos y dirigente de los ocho esquemas del agua y desagüe del distrito de Puente Piedra —aproximadamente de 250,000 familias— denuncia: “No tenemos agua ni desagüe hace 50 años y estamos haciendo los trámites por lo menos 23 años, y ahora encima nos quieren imponer un peaje. Y agrega con convicción: “No lo vamos a permitir y vamos a resistir”. De igual talante, Andrés Cámara, secretario general de El Zapallal, afirma: "No han previsto un anillo vial o un paso a desnivel, y el dinero recaudado no se reinvierte en la zona”. Néstor Fillon Villanueva, dirigente del Asentamiento Humano Las Animas dice: “Estamos cercados por el peaje y tenemos que pagar para salir y entrar a nuestras casas. Nos seguiremos movilizando hasta acabar con el peaje”. Abel Cruz, presidente del Movimiento Peruanos Sin Agua, difundió un comunicado en el cual se convoca “a la movilización de todas las organizaciones sociales contra los políticos corruptos que humillan a los pobres que viven en los desiertos y cerros del Perú imponiéndoles un peaje corrupto”.

En otro mundo, lejos del país popular que no se rinde, está el Perú oficial donde vive el presidente de la Confiep (Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas) quien declara que "Odebrecht fregó al Perú”. El señor Martín Pérez no es capaz de comprender que los fregados son los funcionarios y los empresarios corruptos que se han dejado comprar por los US$ 29 millones que la empresa brasileña repartió en comisiones y sobornos. Nuestro país —reflexionan los dirigentes populares— no se va a fregar ni se fregó nunca, a pesar de haber atravesado crisis descomunales y peores situaciones que las de la corrupción política actual. Para ellos la frase del señor Pérez es pusilánime e ingrata con el Perú. No expresa la actitud de quienes dan su esfuerzo valeroso cada día y saben que el Perú jamás se fregará.

Tampoco es la forma de pensar de quienes trabajan honestamente para lograr una vida mejor. El dirigente Abel Cruz, afirma que "mientras los congresistas corruptos usan su poder e influencia y exigen seguridad policial para proteger sus negocios privados, los ciudadanos de los asentamientos humanos nos organizamos al margen de la policía y del gobierno ineficiente de PPK”. Valerio Zavala, dirigente Campesino del sur andino, dice que “PPK está fuera de la realidad, ve al Perú con los ojos de los mistis”. Carlos Tisoc, de La Convención, añade que “nos organizamos para recuperar el gas regalado por PPK al extranjero”.

Las organizaciones sociales populares han decidido defenderse por sí mismas y han convocado a una movilización el jueves de esta semana, a la que asistirán miles de ciudadanos. Han perdido la confianza en la clase política y no les importa si sus representantes son de izquierda o derecha. No creen en los empresarios ni en los medios de comunicación. Los perciben a todos enlodados en la corrupción. En el Perú se levanta una ola de indignación espontánea cuyos líderes aún no aparecen.