Luis Giampietri

La falacia de “fallo favorable”

La falacia de “fallo favorable”
Luis Giampietri
13 de julio del 2015

Enfoque de la sentencia de la C-IDH sobre el caso Chavin de Huantar

En estos últimos días, la sentencia dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (C-IDH), en Costa Rica, ha ocupado las primeras planas de los medios de comunicación nacionales e internacionales. El fallo me parece un perfecto “sí es, no es…tienen razón, pero van presos”.

La mayoría de los que han opinado al respecto manejan la tesis de que la sentencia es favorable, otros opinan de buena fe que con aquella se termina este enojoso incidente y que todos los que de alguna manera nos vimos envueltos en las diferentes etapas de estos juicios -incluidos los seguidos en la Justicia Militar- debemos estar contentos y felices. Han pasado más de 18 años desde que los eventos ocurrieron y se iniciaron con la denuncia del ciudadano japonés Hidetaka Ogura. La justicia militar se hizo cargo del primer juicio por determinación de la Corte Suprema, el más alto organismo de justicia del Perú, que así lo dispuso al resolver una contienda de competencia. El fallo posterior del fuero castrense dispuso el sobreseimiento de la causa.

Una vez más, recurriendo a una falacia basada en medias verdades y muchas mentiras, se pretende hacernos creer que el vaso puede estar medio vacío o medio lleno.

Me explico mejor: algunos nos dicen que el juicio ya terminó y que lo resuelto por la Justicia Militar acerca de la actuación de los comandos va a prevalecer porque así lo ha definido la C-IDH en su reciente fallo y que los judiciables ya no serán molestados más.

El defensor de los terroristas, Dr Carlos Rivera Paz, de la ONG IDL, ha declarado en una entrevista transmitida por un canal de televisión, que tendría que investigarse la actuación de los generales José Williams.   Luis Alatrista y Augusto Jaime Patiño, que comandaron la operación, para que declaren quienes o quien de ellos autorizó la supuesta presencia de los llamados “gallinazos” en la residencia. Esta versión fue creada el 2002 por el entonces Ministro de Defensa Aurelio Loret de Mola para culpar del supuesto asesinato de terroristas a quienes participaron en la operación dando apoyo logístico, no de combate.

Según Rivera, los tres jefes de la operación de rescate podrían ser acusados del supuesto asesinato de un terrorista aplicando la doctrina de la autoría mediata -por haber ejercido el “dominio del hecho”- que se utilizó para declarar culpable al ex Presidente Alberto Fujimori Fujimori por los asesinatos de La Cantuta y Barrios Altos.

 

No se necesita definir que esa acusación tendría que ser complementada o cruzada con las patrullas que comandaron los tres Generales, con lo que queda claro que los comandos “SÍ” serían involucrados en la acusación. De paso también serían involucrados en el juicio algunos rehenes relevantes, con lo que se entraría en un estado de juzgamiento a sabiendas de que la línea entre testigo y  acusado es débil y a veces difusa, de tal manera que los llamados podrían estar en vísperas de un re-juzgamiento formal.

Este razonamiento, hábilmente ideado por las ONGS, en contubernio con la Corte de San José, supondrá para quienes fuimos cautivos del MRTA mantener la condición de “Rehenes por Siempre”, como lo he señalado en el libro que escribí al sobre el caso. ¿Cuantos años más de juicios vamos a padecer los comandos y los ex rehenes? Vaya usted a saber, es una gran incógnita.

Se olvidan de que los posibles judiciables como sus familiares ya han padecido demasiado tiempo lo que yo he llamado el “lucro cesante espiritual y daño colateral”, que produce en las familias un estrés mayor que el que sufren los que serían juzgados debido a la incertidumbre total del futuro del hogar familiar. Esto sin contar la vergüenza de que deben enfrentar los hijos, nietos y amigos, al ver que su padres, abuelos o amigos son acusados de ser delincuentes.

En el juicio civil se le dio crédito al testimonio aportado por un antropólogo forense -Pablo Baraybar- y se dejó de lado cinco testimonios presentados por médicos forenses criminalistas y también por psiquiatras y psicólogos forenses, obtenidos durante el actual Gobierno, que en este sentido ha actuado correctamente pero que cuyo esfuerzo ha sido infructuoso en las instancias nacionales e internacionales. Este hecho ilustra la manera totalmente parcializada e ideologizada con que han actuado esas instancias judiciales.

No nos engañemos, necesitamos del apoyo de la población que vivió la alegría de nuestro rescate para rescatar a los comandos de las páginas policiales y devolverlos a las páginas de la gloria, de donde nunca debieron salir. Pero con esto no debiera terminar todo, hay que sancionar a los promotores de estas vesanias.

 

Por Luis A Giampietri Rojas

13 – Jul – 2015

Luis Giampietri
13 de julio del 2015

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