Hugo Otero

La esperanza es realidad

La esperanza es realidad
Hugo Otero
05 de noviembre del 2015

Sobre las críticas a las propuestas electorales del Alan García

El reciente mensaje de Alan García a raíz de su proclamación como candidato presidencial abre al país la ventana de la esperanza, en un ambiente donde prima el sentimiento de desconfianza, temor y escepticismo.

El candidato aprista propone un gobierno de unión nacional, plantea que la esperanza  está en la lucha por los pobres y la justicia social. Su propuesta traspasa las fronteras partidarias y afirma su compromiso con el Perú.

Mientras su discurso sigue despertando expectativa en amplios sectores populares y de la clase media, vehementes adversarios han salido a responderle con escepticismo. Sostienen que no es posible crecer 6% anual y menos reducir la pobreza a menos del 10% en las actuales circunstancias. Tampoco crear 2,5 millones de nuevos empleos, eliminar la desnutrición infantil o dar títulos a un millón viviendas. Asimismo, ven con sospecha su iniciativa de que el estado se alíe a las comunidades campesinas y les entregue directamente los beneficios de la riqueza minera que está en sus tierras. Al mismo tiempo, dudan de que se pueda financiar y construir grandes obras de infraestructura como el ferrocarril de la costa y su prolongación a la sierra y la selva, entre otros proyectos para mover el país hacia el futuro.

Alan García también ha señalado  la urgencia de acercar el Estado a la gente y para lograrlo propone reformar la Constitución. Es inaceptable -denuncia- que se cobren intereses leoninos por las tarjetas de crédito o que las AFP esquilmen a su sus afiliados sobre la base de una mal entendida libertad de comercio. Se trata de servir y defender del abuso al hombre de a pie.

Anuncia que un eventual gobierno suyo retomará, con determinación, el liderazgo y la conducción del país  para  devolver la seguridad y tranquilidad anhelada por todos.

Por abrir esta ventana de  esperanza acusan a Alan García de populista, de ofrecer "versos y promesas", atacan su programa  constructivo e intentan aminorar el impacto que tiene en la conciencia de los electores.

¿Quién puede negar al  pueblo su derecho a la esperanza en medio de la ansiedad y la confusión que ha sembrado este gobierno? Sólo los derrotistas y los corrompidos en su añejo odio político, incapaces de dar la mano a quien la tiende en nombre de la unión entre peruanos.

Los agoreros del desastre no pueden sin embargo impedir que millones escojamos el camino del entusiasmo constructivo, a pesar de las injurias y agravios lanzados al aprismo como ponzoña sobre la opinión pública.

Grau y Cáceres, espíritus mayores de la nación, levantaron la bandera de la esperanza frente al invasor por encima de los deprimidos y de los traidores que los criticaban y no dieron cara en el combate

"Alan Perú, Los Peruanos Primero" proclama el lema de campaña del aprismo, con fe inquebrantable en la democracia y la República. La esperanza es lo más importante. Es el único motivo que puede convertir en realidad el programa de gobierno que presenta Alan García. Por eso ya se escucha el clamor en las calles y los pueblos: ¡Sí se puede, sí se puede!!

Por: Hugo Otero

Hugo Otero
05 de noviembre del 2015

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