Dante Bobadilla

La educación al garete

La educación al garete
Dante Bobadilla
09 de marzo del 2017

Minedu ha decidido incorporar el activismo social en la escuela

Todo en manos del Estado es un desastre. En especial en países sin instituciones, como el Perú. Acá se llega al poder solo por ambición o egolatría. A la burocracia no le interesa nada, salvo cobrar su sueldo y mantenerse en su puesto hasta el día de la jubilación. Y gracias a la estabilidad laboral, ya ni siquiera tienen que esforzarse por ser mejores en su labor. La educación en manos del Estado es otro desastre por donde se le mire y se le mida. La máxima hazaña de un gobernante es aumentar el presupuesto. No importa si no se gasta ni la mitad. Para colmo, se han puesto a experimentar con la educación en busca del diseño social a base de adoctrinamiento, activismo y propaganda. ¿Qué futuro le espera a esa clase de educación?

La primera gran pregunta en la educación siempre es ¿qué enseñar? Y esta pregunta nunca ha sido debatida ni respondida en el Perú. Acá se cree que cualquier cosa es susceptible de enseñarse, desde habilidades que son capacidades innatas hasta rasgos socioculturales, pasando por atributos de personalidad. Creen que cualquier cosa puede empaquetarse en un texto primoroso para ser enviado como enlatado a los escolares. Ese es apenas el primer gran error de la educación.

Luego se ha optado por enseñar de todo un poco, sin ningún criterio específico, incluyendo el curso de religión, como si adoctrinar en la fe fuera parte de la educación. Más aún, se permite la existencia de colegios religiosos que mezclan la tarea educativa y doctrinal. Bajo la excusa de la educación, muchos colegios se dedican al adoctrinamiento religioso. El Estado debería garantizar educación de calidad, desde el nido hasta la universidad, velando por la libertad de pensamiento y el desarrollo libre y natural de las personas. El hecho de que un colegio sea privado no es una carta libre para que haga lo que le venga en gana con los niños. Tampoco vale escudarse en la libertad del mercado, porque la oferta educativa no es tan amplia para usar ese criterio. Habría que cambiar muchas cosas para confiar en la dinámica del mercado en este campo, pero así como está hoy es imposible. Hay mucho por arreglar.

Pero ahora las cosas van a empeorar porque los grandes genios del Minedu han decidido incorporar el activismo social en la escuela, con el loable y noble propósito de promover valores referidos a la sexualidad, si es que esto existe. Bajo el pretexto de promover la igualdad y la inclusión, se les quiere contar a los niños que más allá del sexo existe un género que se construye día a día mediante la interacción. ¿A qué viene esto? No me vengan con el cuento de la igualdad de oportunidades.

Desde luego, no se puede negar que hay muchas cosas que se construyen día a día en la interacción social. Prácticamente todo lo que hay en el “mundo humano” es construido día a día, desde las nociones religiosas hasta las patrióticas, todo se asimila desde la cultura mediante el lenguaje y la interacción. Así es nuestro desarrollo humano: dependiente de la cultura. Por tanto, esos no son temas que le correspondan a la escuela. Es absurdo enseñar algo que es tarea de la propia cultura. Resulta pues que el Minedu pretende sustituir a la cultura, ni más ni menos, y para colmo enseñando algo que es contrario a la cultura y a la realidad: el igualitarismo social.

Me queda claro que a mucha gente le parece maravilloso adoctrinar a los niños en el igualitarismo. La beatería caviar delira con estos temas, derrama lágrimas al ver que los niños serán adoctrinados en la igualdad. Ignoran que muchos de estos “valores”, como la tolerancia, no se tienen que enseñar porque son parte de una personalidad. Cuestiones que son inherentes a la personalidad de los individuos o a una realidad sociocultural no pueden ser parte de un currículo de enseñanza. Eso es ridículo.

Me temo que con tanto afán de adoctrinamiento de un lado y del otro, la educación solo acabará empeorando. No hay razón para creer que el adoctrinamiento escolar en el igualitarismo social funcione. El deterioro de la educación a cargo del Estado es algo que se puede asegurar sin ser pitoniso.

Dante Bobadilla

Dante Bobadilla
09 de marzo del 2017

COMENTARIOS