Daniel Córdova

La economía en el 2016

La economía en el 2016
Daniel Córdova
23 de diciembre del 2015

Sobre la influencia de la campaña electoral en la economía

Es una tradición sostener que un año electoral es potencialmente complicado en términos económicos. No obstante, la evidencia nos muestra lo contrario: en año electoral, a pesar del “ruido político”, las tendencias se mantienen. Así, en el 2006, cuando el Perú venía acelerándose, crecimos 7.5%, viniendo de crecer 6.3% el año anterior y proyectándonos a 8.5% y 9.1% en el 2007 y el 2008. Y en el 2011, crecimos 6.5% viniendo de 8.5% y dirigiéndonos directo a la desaceleración que en 2014 y 2015 nos ha situado por debajo del 3% de crecimiento económico.

Para el 2016, entonces, es poco probable que la actual mediocridad cambie. Mediocridad que se explica tanto por factores externos (en particular la desaceleración de China y su impacto sobre los precios internacionales de las materias primas que exportamos) como por factores internos (la debilidad del aparato público para acelerar inversiones y resolver los conflictos políticos que paran las inversiones).

El FMI proyecta el crecimiento mundial del 2016 en 3.4 %. Estados Unidos es el país desarrollado que se ha recuperado más de la recesión pasada, aunque Europa pinta mejor que años pasados –con gran repunte de España. China ya dejó las tasas del 9% y 10% y se está estabilizando alrededor del 7%. Y en América Latina, Venezuela (en medio del caos del socialismo chavista) y Brasil (con sus problemas de corrupción) se han caído fuerte, mientras que el resto mantiene tasas de crecimiento moderadas como la peruana. En este contexto, los precios de los minerales continuarían cayendo. El precio del cobre, que ha bajado cerca del 20% este año, continuaría su caída en el 2016, según el BCR.

Las exportaciones en volumen van a crecer (por los proyectos mineros que vienen de atrás, como Las Bambas y Toromocho) pero lo justo para compensar la caída de los precios. Por ello, la única manera de equilibrar una balanza en cuenta corriente (exportaciones menos importaciones de bienes y servicios) negativa, será con la atracción de más inversión foránea.

¿Cómo lograrlo si los conflictos políticos y la inacción del Estado mantiene paralizadas muchas inversiones importantes? Pues con mejor gestión pública para revertir la caída de las inversiones de este año.

De acuerdo al BCR, estaríamos cerrando el año con una caída de 5.5% de la inversión privada (cayó 2.2 % en 2014) y de 11.2% de la inversión pública (cayó 2% en 2014). Esto no por falta de recursos sino de gestión. Lo mismo sucede con los proyectos extractivos paralizados: falta gestión para proponer planes bajo la forma de paquetes de proyectos de desarrollo económico y social en las zonas de influencia. Esta falencia se puede superar recurriendo activamente a aportes técnicos privados para colaborar con la pre-inversión, Obras x Impuestos o Asociaciones Público-Privadas.

El BCR no es muy optimista sobre la tendencia de la inversión. Considera que la privada se va a mantener estancada en el 2016, aunque prevé un rebote de la inversión pública. Veremos. Lo que queda claro, como escribió Luis Carranza ayer, martes, en El Comercio, es que hay margen para ser más agresivos en términos de inversión pública. Lo que no hay, una vez más, es quien lidere este impulso.

El debate electoral no va a afectar la economía. Pero sí va a servir para que el próximo gobierno entre con ganas de revertir el efecto negativo de las políticas públicas sobre el crecimiento.

Libertad para los presos políticos de Venezuela esta Navidad.

Por: Daniel Córdova

Daniel Córdova
23 de diciembre del 2015

COMENTARIOS