Daniel Córdova

La diferencia entre liderar y administrar

La diferencia entre liderar y administrar
Daniel Córdova
13 de julio del 2016

Requisitos para el Gabinete que hoy necesitamos

La dupla PPK – Zavala nuevamente asume el poder. Antes fue como premier el primero y como joven ministro de economía el segundo. Ahora es por todo lo alto, con el Poder Ejecutivo en sus manos ¿Cuál será la diferencia entonces entre lo que sucedió en 2005 y lo que pasará más de diez años después? ¿Podrá la dupla, ahora más madura, hacer la revolución que hace tanto tiempo esperamos para empezar nuestro camino del crecimiento al desarrollo? ¿O no serán capaces de romper con el statu quo y con el establishment al que, al fin y al cabo, han pertenecido?

La clave del cambio que queremos estará en su capacidad para liderar el Poder Ejecutivo, para seleccionar equipos motivados y capaces de remover estructuras, de “romper huevos” para hacer el omelette. Ambos ya saben de política, han negociado con el Congreso en su momento y han sido capaces de sacar adelante normas difíciles de lograr, como lo fue en su momento el final de la famosa cédula viva.

Sin duda el primer gabinete va a ser una primera prueba de ensayo y error. Su constitución no está exenta de presiones políticas. Ojalá que sea mínima la presencia de personas sugeridas por su cercanía política o personal, y no por su capacidad para generar los cambios que se requieren. Tampoco es recomendable confiar únicamente en la capacidad técnica o académica. Zavala sabe bien que para lograr reformas hay que ir mucho más allá del conocimiento teórico.

Visión de desarrollo (lo que incluye conocimiento de la materia), capacidad de ejecución (e innovación) y habilidad para negociar y comunicar (políticamente), son las tres grandes condiciones que requieren los ministros si queremos un gabinete reformista. Con nada de esto han contado algunos ministros, en apariencia competentes, que hemos tenido en los último veinte años: sin visión de desarrollo, poco propensos a tomar riesgos y con limitadas capacidades para manejarse políticamente.

En ese sentido, un aspecto clave es lograr una relación óptima entre Estado y sector privado. En el pasado hemos oscilado entre el mercantilismo y la desconfianza acomplejada de los funcionarios públicos. Las absurdas críticas a Zavala por tener experiencia en el sector privado son un anuncio de la oposición que se va a tener que sortear al momento de promover Asociaciones Público Privadas de todo tipo, como las que urgen para darle agua potable a todos los peruanos por ejemplo. Lo preocupante es que estas críticas han venido no solo de la izquierda, sino también del fujimorismo. Y es que, desde la campaña, los naranjas han empezado con la cantaleta de criticar a las grandes empresas y decirse representantes de las mayorías, con Pepe Chlimper a la cabeza…

El desarrollo de países como Corea del Sur estuvo basado una alianza clara entre el Estado y chaebols, conglomerados que ahora inundan los mercados mundiales con sus productos. El desarrollo rural vino de la mano con movimientos sociales modernizantes promovidos por el gobierno, como fue Saemaul Undong. Toda una mezcla de economía y política liderada desde el más alto nivel del Ejecutivo. Se necesita, pues, salir de la caja. Ir más allá de las simples mejoras en la gestión del Estado, impulsar reformas, tomar riesgos y derrotar a los lobbies. En pocas palabras, liderar y no administrar.

 

Daniel Córdova

 
Daniel Córdova
13 de julio del 2016

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