La concentración fantasma

El mercado periodístico, la preferencia de los lectores y el estatismo

Alberto Benegas Lynch (h), en una columna publicada por el Cato Institute, señala que: "Uno de los argumentos que usan los aparatos estatales para controlar los medios es imputarles una situación de monopolio (o, en su defecto, de “posición dominante”) cuando, en verdad, los que ocupan circunstancialmente el poder son los que cobijan la idea de ser ellos los monopolistas de la información, con la diferencia que lo hacen recurriendo por la fuerza a los dineros de los contribuyentes” (“Sin libertad de prensa no hay libertad”, 14/12/2012, Cato Institute).

Mucho se habla de la existencia de una supuesta “concentración de medios” en manos de un grupo periodístico específico. Me parece, sin embargo, que el discurso de la concentración es peligroso y resulta contrario a una verdad incontrovertible: el único contralor de un medio de comunicación privado es el mercado. Los lectores o televidentes o radioyentes votan constantemente mediante el zapping o cambiando de diario o de radio. Es la propiedad estatal de la prensa la que se encuentra inmunizada frente al poder de mercado. A uno le puede gustar o no que un grupo de medios se haga más fuerte, pero elevar la voz para invocar la acción reguladora del Estado no es otra cosa que invocar la presencia de funcionarios públicos que apliquen la regulación de acuerdo a los criterios que tengan a bien considerar aplicables en un momento dado.

En esa tónica, llamó poderosamente mi atención la nota publicada en la página web del diario La República titulada “La República.pe se convirtió en el medio más leído del Perú”, del 5 de noviembre pasado. En esta nota se da cuenta, luego de destacar que dicho medio virtual ha ocupado el primer puesto entre los sitios web más leídos del Perú, que se mantiene un compromiso por expandir la cobertura de tal medio a diversas secciones.

Me parece curioso que el medio virtual más leído del Perú sea precisamente aquél que ha expresado con vehemencia su oposición a la “concentración de medios”. En realidad, la nota pone de manifiesto que lo que importa es la preferencia de la gente. El éxito de un medio de comunicación reside en saber llegar al público y ofrecerle las noticias, información y entretenimiento que espera. La nota que comento nos da un buen motivo para celebrar que haya quedado en evidencia que el discurso de la concentración de medios alude simplemente a una “concentración fantasma”.

Por Gustavo Rodríguez García
(17 - nov - 2014)