La autoridad imaginaria

Sobre la debilidad del estado en la defensa de la integridad nacional y la ley

Hace más de un siglo perdimos en la guerra con Chile las provincias de Arica y Tarapacá. Desde ese entonces ninguna guerra externa nos ha arrebatado territorio. Puno y Cajamarca son peruanos y Ollanta Humala es el presidente del Perú, gobierna los l.285.216 kilómetros cuadrados del territorio nacional. Tiene el mandato constitucional de protegerlo y posee, por lo tanto, como jefe de estado. el poder coercitivo, el monopolio de la fuerza. Los ciudadanos estamos sometidos obligatoriamente al cumplimiento de las leyes. También creo que por ser una sociedad temerosa e insegura, muchos lo eligieron por su perfil militar, autoritario.

Nuestro crecimiento económico ininterrumpido de los últimos años ha sufrido su primer tropiezo. La batalla perdida para desarrollar Conga ha marcado un hito que debemos superar. Caímos en la trampa cuando aceptamos debatir sobre oro o agua en vez de oro y agua. Los peruanos no solo perdimos inversión privada, que se ha traducido en menor crecimiento, también evidenciamos que algunos territorios del Perú no están bajo la autoridad de nuestro presidente. Es una pésima señal para la inversión privada.

Es muy probable que en las elecciones regionales del 5 de octubre próximo salgan elegidos Walter Aduviri en Puno y Gregorio Santos en Cajamarca. Ambos dirigentes ultras son opuestos a la inversión minera. ¿Deberíamos sentirnos mutilados en nuestra soberanía por ello? ¿Acaso hemos otorgado facultades nacionales a los presidentes regionales para que puedan legislar autónomamente?

¿Cual es la gran diferencia entre la defensa que debe ejercer el estado ante una agresión extranjera que atente contra nuestros derechos y la defensa que debe asumir ante los nacionales que, desafiando la autoridad, se apropian de las riquezas que pertenecen a todos los peruanos?

El regionalismo apurado de Toledo nos ha llevado a esta situación. Siento un estilo insurgente en algunos de sus presidentes. Se han transferido ingentes sumas de dinero a regiones que no cuentan con capacidad gerencial ni idoneidad moral para ejecutar sus presupuestos. Hay muy poca transparencia en el manejo de los recursos públicos.

Urge restaurar el principio de autoridad, no hacerlo a tiempo es una señal peligrosa de vacío de poder que puede derivar en una percepción de debilidad del estado en la defensa de la integridad nacional y del respeto a la ley. Una mala señal para la historia recientemente vivida.

El regionalismo secesionista abre la puerta a futuras demandas de autonomías regionales. No nos extrañemos que mañana las poblaciones Aymaras de las fronteras compartidas de Bolivia, Paraguay, Argentina y Perú busquen su autonomía. ¿Acaso no comparten entre ellos cultura, idioma, religión, etc., más que con nosotros los limeños? ¿Qué presencia tiene el estado en la zona? ¿Quién se atreve a desafiar las caravanas de contrabando que transitan impunemente en esa región?

Mientras tanto, Petronila Vargas Santa Cruz, la valiente campesina que fue secuestrada 72 días por Gregorio Santos, ha advertido que Radio Marañón está azuzando a los campesinos para que este lunes 29 acudan al Juzgado donde se realizará la audiencia (vía teleconferencia) del juicio que se le sigue a Santos por corrupción. Al parecer se pretende intimidar al juez Ríver Bravo Hidalgo. Vargas también ha denunciado que los empleados del juzgado intentarían que se frustre la audiencia. El colmo: ¡dicen que no hay células de notificación!

Petronila, estamos notificados. 

Por Guillermo de Vivanco Roca Rey
25 Set 2014